Lo hemos venido contando durante todo el año en este blog: el mercado inmobiliario español no deja de dar señales de recuperación. Hemos hablado de cómo se incrementaba el número de hipotecas, de cómo se ha comenzado a vender suelo, de cómo los precios de los bienes inmuebles han comenzado a experimentar un leve repunte o de cómo los inversores internacionales han puesto su mirada en los mercados inmobiliarios de ciudades como Madrid o Barcelona. Ahora, cuando estamos a punto de entrar en el 2017, hay que preguntarse: ¿será el 2017 el año de la consolidación de dicha tendencia?

La mayor parte de los expertos parecen coincidir en que sí. Las cifras avalan dichas previsiones optimistas. De los últimos 26 meses (contabilizados hasta octubre), 25 de ellos han sido de incremento constante en el número de compraventas. El precio de la vivienda libre lleva ocho trimestres consecutivos subiendo. Los alquileres ven aumentar de manera espectacular su rentabilidad en según qué zonas de Barcelona o Madrid. Atendiendo a dicha realidad, los expertos inmobiliarios se preguntan: ¿por qué habría de variar dicha tendencia si, tal y como apuntan las previsiones económicas, no cabe esperar un cataclismo económico?

Para que la consolidación del mercado inmobiliario español sea completa, sin embargo, es necesario que se mantenga la solvencia de la demanda y, sobre todo, que se cree empleo. El regreso de la financiación (en la que, cada vez más, el tipo fijo está ganando terreno al tipo variable) es otro de los datos a valorar muy positivamente a la hora de realizar predicciones inmobiliarias para el año 2017.

La evolución del sector inmobiliario, sin embargo, será desigual a lo largo de todo el territorio español. Hay zonas en las que la recuperación parece haberse consolidado. Otras, por ahora, esperan todavía el instante en que se inicie la recuperación y están muy lejos todavía de ese momento en que las grúas comienzan, de nuevo, a salpicar el paisaje.

La principal carta que el sector inmobiliario español guarda en su manga es la de ofrecer un producto que ofrece unas rentabilidades mucho mayores que las que puede ofrecer cualquier otro tipo de producto financiero que pueda encontrarse en el mercado.

Las previsiones sobre el mercado inmobiliario español para el 2017 realizadas por los diferentes expertos españoles coinciden con las realizadas al respecto por la Comisión Europea. Según ésta, y a pesar de que se prevé que la economía se ralentice en 2017, la recuperación de la actividad tanto del sector inmobiliario español como del de la construcción para el año que está a punto de comenzar será una realidad tanto en el nicho residencial como en el no residencial.

Parte de esa recuperación se sostendrá, según apuntan los expertos, sobre el retorno del comprador tradicional, es decir, de aquél que o bien quiere comprar su primera vivienda o bien quiere mejorar la vivienda que ya posee. La mejora de los niveles de empleo ha permitido el retorno de este comprador, fundamental en el sector inmobiliario español, aunque todavía queda mucho terreno que recorrer. Para que la consolidación del mercado inmobiliario sea completa se necesita no sólo que se incremente el número de puestos de trabajo creados. También se necesita que dichos puestos de trabajo pierdan la temporalidad que, actualmente y en gran medida, les caracteriza, y que sean remunerados con salarios más elevados. Sólo con un trabajo más o menos estable y un salario de cierto nivel podrá conseguirse que la demanda en el mercado inmobiliario español se incremente de manera tan significativa como para que se pueda hablar de una definitiva consolidación del mercado inmobiliario español.