Pronósticos no faltan. Y no todos son catastrofistas. O, al menos, no completamente. En tertulias televisivas o en artículos de fondo, cada cual que es o es considerado un experto en el tema no puede resistirse a la tentación de opinar sobre los efectos que puede causar el Brexit sobre la economía europea.

Todo cambio histórico resulta apasionante para los analistas sociales, económicos, etc. Y éste momento que estamos viviendo parece que lo es. Aún no ha pasado un mes desde que los británicos optaran en referéndum por dejar de formar parte de la Unión Europea y ya son muchas las personas que, desde los diferentes sectores de la economía, han intentado adivinar por qué caminos deambulará la economía europea durante los próximos meses si, finalmente, el Brexit se cumple. El sector inmobiliario, un sector económico tradicionalmente tan vital como sensible a los vaivenes de la economía, no iba a permanecer ajeno a ese continuo fluir de predicciones.

Algunas de esas predicciones toman un acento marcadamente español y centran su mirada en el efecto que el Brexit puede tener sobre el mercado inmobiliario español. De las posibles influencias que el Brexit podría tener sobre el mercado inmobiliario español ya hablamos en uno de los artículos de nuestro blog antes de que se celebrara el referéndum británico sobre la permanencia o no en la Unión Europea. Ahora son varias las voces que se han atrevido a sugerir que el Brexit podría convertirse en una excelente oportunidad para el mercado inmobiliario español.

¿Por qué? Porque Madrid o Barcelona pueden ser dos excelentes ciudades a la hora de recibir a las instituciones y empresas que salgan de Londres. Así lo ha apuntado, por ejemplo, una prestigiosa firma inmobiliaria internacional, Coldwell Banker. Fuentes de esta firma han afirmado que muchas empresas que operan en la City londinense deberán poseer una filial en algún país de la Unión Europea para poder seguir desarrollando su trabajo con normalidad. Barcelona y Madrid serían, junto a París y Frankfurt, candidatas principales a la hora de acoger a la infraestructura y al personal que desde esas firmas británicas deban desplazarse hacia el continente.

Uno de los factores que, al decir de los analistas de Coldwell Banker, podría jugar a favor de Madrid y Barcelona como ciudades receptoras de esas infraestructuras actualmente ubicadas en Londres es el del ahorro en el coste de las oficinas. Eso sí, la llegada de cargos ejecutivos a las dos ciudades españolas en busca de residencia estable podría implicar un encarecimiento del mercado inmobiliario de lujo.

El primer paso para conseguir ese objetivo de traslado de filiales a territorio español ya lo ha dado el Ejecutivo en funciones de nuestro país al anunciar que intentará atraer a territorio español las sedes de la Autoridad Bancaria Europea o las de la Agencia Europea del Medicamento, ambas actualmente en Londres. A estas dos sedes se sumarían hipotéticamente las de todos aquellos bancos que quisieran trasladar su sede o colocar una filial en territorio de la Unión Europea.

Pero Coldwell Banker no es la única voz británica que ha resaltado las opciones de España a acoger parte de esas empresas y de ese personal. La consultora inmobiliaria Knight Frank, al analizar la situación económica europea derivada tras el Brexit ha resaltado el hecho de que España sea probablemente el único país de la Unión Europea que posee una gran previsión de crecimiento.

Esta consultora inmobiliaria ha destacado también el atractivo de Madrid para las compañías tecnológicas así como la existencia de una fuerte demanda embolsada que hará aumentar el ritmo de absorción del stock de oficinas. El hecho de que la financiación sea cada vez más accesible y barata es, según Knight Frank, otro de los factores de deberían beneficiar las opciones inmobiliarias españolas.