Hay estudios al respecto y todos son categóricos. La vivienda española despilfarra energía. Mucha. Algunos de esos estudios hablan de un consumo energético que duplica el que bastaría para dotar a una vivienda de todas las comodidades necesarias. Otros apuntan a que el gasto en electricidad de las viviendas españolas alcanza al 20% de toda la electricidad consumida en España. Sin duda, una cifra demasiado elevada. Se impone, pues, buscar métodos y sistemas que permitan reducir el consumo energético en las viviendas españolas. Para ello hay que prestar atención a los usos y costumbres de los propietarios de dichas viviendas y erradicar aquellas acciones que, por desconocimiento o por dejadez, acrecientan el gasto de energía y, con ello, la factura que cada mes debemos pagar por los diferentes servicios.

Medidas para ahorrar energía

Para ahorrar energía en el hogar hay que conseguir primeramente que el hogar no tenga fugas de energía. Es decir: es necesario que la envolvente del edificio funcione como tal y que en la vivienda se reduzcan al máximo las posibilidades de tener fugas energéticas. ¿Dónde pueden producirse dichas fugas? En muchos más lugares de los que podemos imaginar. Los marcos de las ventanas son los primeros que nos acuden a la mente cuando pensamos en cómo el calor o el frío pueden escaparse o entrar en una vivienda, pero también podemos encontrar fugas en las trampillas de desvanes o altillos, en los rodapiés, en las puertas mal montadas, en los cajetines de las persianas, en los aparatos de aire acondicionado montados en ventanas o paredes…

Que la vivienda se convierta en un espacio perfectamente cerrado y estanco es fundamental si se quiere ahorrar energía en el hogar. Hay que pensar que una vivienda mal aislada necesita más energía para convertirse en un espacio cómodo que otra perfectamente aislada. En invierno, una vivienda mal aislada se enfriará rápidamente a la que apaguemos la calefacción. En verano, por el contrario, tardará poco en calentarse en cuanto apaguemos el aire acondicionado. Una mejora en el aislamiento de la finca permitirá una reducción del consumo energético en calefacción y aire acondicionado que puede llegar a un 30%.

Para mejorar el aislamiento de la vivienda es importante contar con doble ventana o, cuanto menos, con ventanas con doble acristalamiento. Ello servirá para conservar el frío del aire acondicionado o el calor de la calefacción.

Una vez asegurado el correcto aislamiento de las diferentes estancias de la vivienda es fundamental escoger un sistema de calefacción adecuado y realizar un correcto mantenimiento tanto de las calderas como del sistema de calefacción entero. Cerrar las válvulas de aquellas habitaciones vacías o en desuso, purgar los radiadores periódicamente colocar a éstos bajo las ventanas haciendo coincidir su longitud con la de la ventana y evitar que cualquier mueble, cortina o radiador obstruya al radiador debe servir, también, para mejorar la eficiencia energética de la vivienda.

¿Cómo reducir el consumo eléctrico?

Por otro lado, ¿qué deberíamos hacer para reducir el consumo eléctrico en el hogar? A continuación damos una serie de consejos para reducir dicho consumo:

  • Comprar electrodomésticos de Clase A. Estos electrodomésticos son más caros pero, a la larga, salen más baratos. ¿Por qué? Porque consumen un 55% menos de energía y eso, al final de año, supone un ahorro nada despreciable de consumo eléctrico.
  • Comprar lavavajillas y lavadoras biotérmicos, es decir, con dos tomas de agua, una para el agua caliente y otra para el agua fría. El consumo de electricidad se reduce entre un 20 y un 50%. Además, hay que tener en cuenta que lavando la vajilla con lavavajillas se ahorra dinero. En estos electrodomésticos, además, hay que utilizar los programas ECO y BIO.
  • Optimizar el uso de la nevera. Para conseguirlo hay que mantenerla alejada de fuentes de calor, mantener limpia la parte trasera, dejar espacio suficiente con la pared y no mantenerla abierta mucho más de 10 segundos.
  • Optimizar el uso de la lavadora. ¿Cómo? Usando descalcificadores para limpiar el filtro, utilizando programas de media carga, empleando programas de baja temperatura y evitando prelavados.
  • Evitar lo que se conoce como consumo energético fantasma, es decir, ese consumo de energía que se produce cuando los electrodomésticos permanecen en estado de stand by.
  • Cocinar de forma eficiente aprovechando el calor residual de vitrocerámicas y placas de inducción, usando la olla rápida y cocinando con poca agua y tapas adecuadas.
  • Utilizar el horno adecuadamente.
  • Escoge bombillas de LED y las fluorescentes compactas. Duran entre 5 y 10 veces más que las halógenas y gastan menos que aquéllas.

Arquitectura verde y domótica

Todos estos factores deben tenerse en cuenta si tenemos ya una vivienda. Pero, ¿y si debemos comprarla? La calidad energética de la vivienda debería ser, ahora y en el futuro, uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar una vivienda. Reducir las emisiones de CO2 debería convertirse en un objetivo prioritario para una sociedad que, en caso de seguir la progresión actual, duplicará en menos de 35 años el consumo de energía y lo triplicará en menos de 55 (según datos aportados por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía).

Las nuevas corrientes de la arquitectura sostenible o arquitectura verde (a la que ya hemos dedicado algún post en este blog) intentan minimizar el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente. Potenciando el uso de las fuentes de energía renovables (ver nuestro artículo dedicado a la geotermia y a la aerotermia) y buscando la manera de reducir el consumo de energía para la calefacción, la refrigeración, la iluminación y otra serie de equipamientos que acostumbran a servirse de la electricidad para su funcionamiento, la arquitectura verde convierte la eficiencia energética en el principio rector a la hora de diseñar y construir un edificio.

Otra de las propuestas surgidas desde el mundo de la tecnología y de la arquitectura que se ha realizado con el objetivo de reducir el consumo energético en las viviendas es la introducción en ellas de sistemas de domótica que permitan ahorrar energía. Entendiéndola como el conjunto de técnicas orientadas a automatizar de manera inteligente la vivienda, la domótica (a la que dedicaremos próximamente y en exclusiva un artículo) facilita el ahorro energético, fomenta la accesibilidad, aporta seguridad y garantiza las comunicaciones convirtiendo así el hogar en un espacio más confortable.

Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda para reducir el consumo energético de tu vivienda y para que interiorices algunos de los factores que deberás tener en cuenta cuando te plantees comprar un piso.