Los años más duros de la crisis fueron los que mediaron entre 2007 y 2011. En esos años, fueron muchas las marcas independientes que renegociaron sus contratos de alquiler con los propietarios de los locales en los que aquéllas desarrollan su actividad económica. Aquellas negociaciones condujeron a que las marcas inquilinas de los locales comerciales obtuvieran rebajas en la renta de alquiler de hasta el 25%. Ahora ha llegado el momento de renegociar esos contratos de alquiler, algo que podría acabar afectando y de manera negativa al comercio local, que sufre a su vez la presión ejercida por la cada vez más significativa venta on line.

La periodista económica Aintzane Gastesi, especializada en temas inmobiliarios, ha publicado un artículo en el diario La Vanguardia titulado “La revisión de los alquileres firmados en la crisis amenaza al comercio local” y en el que recoge la opinión de diferentes marcas y asociaciones de marcas respecto a los efectos perniciosos que para el comercio local puede tener esa renegociación de las rentas de alquiler.

Representantes de algunas marcas señalan en dicho artículo cómo hay propietarios que, al renegociar las rentas de alquiler, solicitan un incremento de las mismas del 40%. Dichas marcas recalcan también cómo dicho incremento se está haciendo especialmente duro para las marcas que tienen algún local alquilado en algún centro comercial. En el mencionado artículo de Aintzane Gastesi, Joan Gallego, responsable de expansión de la marca Bóboli, señala cómo en centros comerciales de Madrid, Castellón o Tarragona la marca se verá obligada a pagar entre un 40 y un 60% más por el alquiler de un local al tiempo que disminuye la afluencia de visitantes a los mencionados centros comerciales. En el artículo al que hacemos referencia en este post se responsabiliza en parte también del incremento de las rentas en la renegociación de los alquileres a los grandes grupos de distribución como H&M o Inditex. Estos grupos de distribución acostumbran a firmar con los centros comerciales contratos de alquiler variables cuyas rentas van ligadas a las ventas.

El descenso de la afluencia de visitantes a los centros comerciales no es algo exclusivo de nuestro país. En Estados Unidos, sin ir más lejos, es un problema a la orden del día. Lo destaca Gastesi en su artículo: hay informes que apuntan a que cerca de la mitad de los centros comerciales existentes en Estados Unidos se verán obligados a cerrar sus puertas en los próximos años. En gran medida, el comercio on line es uno de los grandes responsables de ese descenso de la afluencia de clientes a los centros comerciales. Lo que podríamos llamar el “efecto Amazon” está llevando a muchos comercios tradicionales al borde del precipicio.

En España, señala Gastesi, la crisis de los centros comerciales ni es tan palpable ni es tan acuciante como lo es en Estados Unidos; aunque sí es cierto, añade la periodista, que muchos “operadores tradicionales de centros y polígonos comerciales como Decathlon, MediaMarkt, Kiabi o Ikea han dado pasos para acercarse a los centros urbanos”. Y es que los consumidores piden, cada vez más, proximidad. Por eso Kiabi abre una tienda en el Passeig de Gràcia e Ikea inaugura una tienda en el centro de Madrid. Un local en el centro es, pues, un bien preciado hoy un día. Los propietarios son conscientes de ello cuando renegocian un alquiler y eso hace que, irremediablemente, el precio de alquiler de los locales comerciales se incremente de manera significativa.

Dos factores determinantes también en el incremento de las rentas al renegociar los alquileres son, según se apunta en el artículo de Aintzane Gastesi, la entrada de fondos internacionales de inversión en el sector inmobiliario comercial y los bajos tipos de interés imperantes en el mercado crediticio. Éstos hacen que muchos inversores busquen las medias y altas rentabilidades que ofrece el mercado inmobiliario al comprar locales destinados a ser alquilados.

La tendencia del mercado inmobiliario en particular y de la situación económica en general ha creado una situación en la que, al revés de lo que sucedía en los últimos años, ya no es la marca que quiere alquilar un local quien posee un mayor poder de negociación a la hora de renegociar los alquileres. En la actualidad, son los propietarios quienes tienen una mayor capacidad para conducir la negociación sobre los alquileres hacia el punto en que les es más favorable.

En definitiva: que corren tiempos de renegociación de alquileres y los tiempos no son buenos para el comercio local.