Dar respuesta a la demanda de vivienda pública por parte de familias con necesidades urgentes, jóvenes y ancianos fue una de las promesas electorales de la Alcaldesa de Barcelona Ada Colau. Para intentar paliar en parte dicho problema el ayuntamiento barcelonés construirá 92 alojamientos para unas 250 personas. Dichos alojamientos se ubicarán en tres solares de los distritos de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y Sant Martí.

La construcción de estos alojamientos se enmarca dentro de un programa que ha sido bautizado con el nombre de Alojamientos de Proximidad Provisionales (Aprop). El programa fue presentado el pasado día 14 por la propia Ada Colau. Acompañada por el concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner, y por la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, Colau anunció que el equipo gubernamental prevé que las viviendas estarán finalizadas a finales de 2018 y que los primeros prototipos de las mismas podrán visitarse esta misma primavera.

La característica principal de estas viviendas es que son viviendas temporales prefabricadas que, según afirmaron los representantes municipales, tienen las mismas condiciones que las viviendas estables pero que carecen de cédula de habitabilidad. Viviendas temporales prefabricadas como las que el Ayuntamiento instalará en Barcelona ya existen en ciudades como Colonia o Ámsterdam. De los 92 alojamientos que se construirán en Barcelona, 21 tendrán una habitación y 71, dos.

Está previsto que los inmuebles modulares tengan una vida útil de décadas. Según el Gobierno municipal, una de las grandes ventajas de estas viviendas temporales prefabricadas es que pueden desmontarse y trasladarse. Es decir: si en el solar en que se hallan se puede, finalmente, construir el equipamiento previsto, los inmuebles modulares pueden trasladarse a un nuevo lugar.

Los planes del equipo de Ada Colau pasan por extender este sistema de construcción a todos los distritos del municipio y por hacerlo antes de 2020. Con ello, el Ayuntamiento pretende reforzar el Plan de Vivienda. La iniciativa fue calificada por la alcaldesa como “solución habitacional complementaria”. En ningún caso, recalcó Colau, la iniciativa puede ser calificada de “solución sustitutoria”. Por su parte, Laia Ortiz señaló que este proyecto de viviendas temporales prefabricadas está pensado para ser aplicado en terrenos reservados a equipamientos municipales que no se construirán a corto plazo.

El proyecto de las viviendas temporales prefabricadas es un proyecto compartido por el Institut de Tecnologia de la Construcció de Catalunya (Itec), la Federación de asociaciones de vecinos de Barcelona y la Fundació Hàbitat 3, entre otras entidades.

Ada Colau aprovechó la ocasión para pedir a Generalitat y al Gobierno central que asuman las responsabilidades de sus competencias en materia de vivienda y, aumentando la inversión, aporten soluciones a un problema, el de la vivienda, que en Barcelona es cada vez más acuciante. Colau defendió su gestión y sostuvo que el Ayuntamiento de Barcelona hace todo lo que está a su alcance en al ámbito de la vivienda aunque eso, en ocasiones, suponga traspasar los límites de sus obligaciones y competencias.

El anuncio de Ada Colau de este proyecto de viviendas temporales prefabricadas ha sido recibido con muchas dudas por parte de la oposición. Alberto Fernández, presidente del grupo municipal del PP, ha tachado el proyecto de electoralista y ha calificado a las viviendas temporales prefabricadas de “tabiques lowcost”. Por su parte, Jordi Martí, concejal de Urbanismo del PDeCat, se ha pronunciado con menor rotundidad contra el proyecto del consistorio barcelonés. Para Martí, los módulos prefabricados son compatibles con la buena arquitectura, aunque considera que la propuesta del equipo de Ada Colau es una propuesta realizada “desde la precipitación”. La mayor crítica de Martí tuvo que ver con la utilización de solares que poseen calificación de “no residenciales”. Al utilizar esos solares para instalar las viviendas temporales prefabricadas se están densificando más zonas urbanas, señaló Martí.