Tras dedicar sendos monográficos a dos de los barrios más populares y tradicionales de Barcelona (el barrio de Sants y el de Gràcia) vamos a darnos en este artículo un paseo por el que sin duda es uno de los barrios más de moda de Barcelona: el barrio de Sant Antoni. La vitalidad de este barrio barcelonés lo convierte en uno de los lugares preferidos para la inversión inmobiliaria en Barcelona.

Son muchos los jóvenes que en los últimos años se han trasladado a vivir a este barrio de Barcelona en el que se han abierto nuevos negocios de diseño, comercios de nuevas tendencias y un buen puñado de bares y cafeterías con encanto.

El barrio de Sant Antoni está delimitado por las rondas de Sant Antoni y Sant Pau y por la cuña que forman la avenida del Paral·lel y la Gran Via de les Corts Catalanes. De entre todos los barrios de la Ciudad Condal, éste es uno de los más pequeños y poblados del distrito del Eixample, al cual pertenece.

Breve historia del barrio de Sant Antoni

El barrio debe su nacimiento y su nombre al convento de Sant Antoni Abat, un convento construido en el siglo XV y que se hallaba junto a la muralla de Barcelona. En el espacio ocupado por ese convento se levantaría siglos después, en 1839, la Escuela Pía de Sant Antoni. Junto al  convento salía el llamado camino de Fraga, que llevaba hasta Esplugues y Martorell y que atravesaba lo que entonces era el pueblo de Sants.

La fisonomía actual del barrio es fruto de las reformas urbanísticas vinculadas a la Exposición Universal de 1929. Antes de ella existía una amplia multitud de chabolas entre el Paral·el y la Gran Vía. Tras la eliminación de estas chabolas, el consistorio barcelonés urbanizó la zona y creó la avenida de la Mistral, antiguo camino de salida y llegada a la Ciudad Condal y que hoy es una vía peatonal y la arteria principal del barrio.

Un barrio comercial

Sant Antoni es un barrio eminentemente comercial. Son alrededor de 1700 comercios los que salpican la geografía del barrio. En ellos pueden encontrarse todo tipo de productos. Si en algún lugar de Barcelona la expresión “comercio de proximidad” alcanza su máximo sentido ese lugar es en este barrio.

Centro neurálgico del barrio es el Mercat de Sant Antoni, que pasa por ser el más grande de la ciudad y que, en el fondo, son tres mercados en uno. Uno de ellos está dedicado a los productos frescos; otro, a ropa y productos del hogar (al que se le denomina Encants de Sant Antoni) y el tercero, conocido como el Dominical de Sant Antoni y de gran arraigo histórico en la ciudad, es el de libros nuevos y de segunda mano, sellos, cromos, videojuegos y películas.

El Mercat de Sant Antoni, que abre los siete días de la semana, ocupa una manzana completa entre las calles Manso, Comte Borrell, Tamatir y Comte d’Urgell. Inaugurado en septiembre de 1882 e inspirado en el parisino edificio de les Halles y en el barcelonés Mercat del Born, fue reformado y reinaugurado en mayo del 2018. En la actualidad está considerado un Bien Cultural de Interés Local y, como tal, está protegido.

Un barrio muy vivo

Sant Antoni es uno de los barrios con mayor vitalidad de Barcelona. La vida asociativa ha sido una de las grandes constantes históricas de este barrio. Esa vida asociativa tiene su plasmación, por ejemplo, en su fantástica Fiesta Mayor. En la actualidad, son más de 80 entidades las que colaboran en su organización. Fruto de esa colaboración son las más de 130 actividades que suelen organizarse para festejar la Festa Major del barrio.

El pasacalles, los conciertos en el entoldado, la carrera popular por el barrio y la cabalgata de Els Tres Tombs son algunas de las actividades más tradicionales con las que el barrio celebra su fiesta mayor. Pero también hay otras más actuales. El “Sant Antonio Patina” sería una de esas actividades. El Mercat Boig de Sant Antoni, otra. En este segundo caso, los beneficios derivados de la venta de productos de segunda mano se destinan a la ONG De Veí a Veí.

Sant Antoni, como barrio vital que es, cuenta con todos los equipamientos necesarios para garantizar los servicios básicos del barrio: ambulatorio, colegios, institutos, biblioteca pública, etc.

¿Qué hacer en el barrio de Sant Antoni?

El barrio de Sant Antoni es un barrio ideal para disfrutar del tiempo de ocio. Los amantes de la lectura pueden encontrar fantásticos libros de segunda mano en su tradicional mercado dominical. Ir a cambiar cromos al popular Mercat de Sant Antoni es algo que pocos barceloneses no han hecho alguna vez en su vida. Allí, bien en los puestos “oficiales”, bien en las aceras que rodean el mercado, los niños y no tan niños pueden encontrar los cromos que faltan para su colección. Los amantes de los videojuegos también pueden encontrar allí alguno de sus juegos preferidos.

Bares y restaurantes del barrio de Sant Antoni

Para los amantes del tapeo y de la buena comida, son muchas las opciones de las que pueden disfrutar en el barrio de Sant Antoni. Basta con dirigirse, por ejemplo, a la calle Parlament para disfrutar de un vermut, un vino o una cerveza en cualquiera de los múltiples bares que salpican el barrio. El Café Federal, por ejemplo, destaca por sus almuerzos. Los amantes de la horchata, por su parte, tienen en Casa Sirvent, uno de los locales más tradicionales del barrio, una cita ineludible.

Los amantes de las tapas tienen infinidad de lugares a los que acudir para satisfacer su gusto. El más prestigioso de todos ellos es, sin duda, el Ticket’s. Fundado por Albert Adrià, el hermano del genio de la cocina contemporánea, Ferran Adrià, el Ticket’s se halla ubicado en el 164 de la Avenida del Paral·lel. Para poder comer en él hay que reservar fecha y las fechas suelen darse con bastante antelación.

Otros locales emblemáticos del barri de Sant Antoni son los restaurantes Antiga Casa Lucio (donde, en la barra de mármol, pueden saborearse tapas de capipota, rabo de toro, ceps de temporada o croquetas de txangurro), El Racó de l’Agüir (destacado por su excelente arroz a banda), Els Ocellets (con su cocina tradicional catalana), el Can Vilaró, el Pa i Trago el Casa Blanca o el Sant Antoni Gloriós.

Entre los bares del barri de Sant Antoni podemos citar El Jabalí, el Bar Ramón, el Mariana, el Nostàlgic, el Pappa Sven, el Chiqui, la terraza-bar Calders (junto a la fantástica librería del mismo nombre), la Bodega d’en Rafael, el Celler Florida, la Bodega Vinito, el Rekons, la Fàbrica Moritz o el Barna Brew, entre otros muchos.

Interiores de manzana

Todos aquellos que, antes o después de dejarse caer por un restaurante o un bar del barrio de Sant Antoni, deseen dar un paseo, podrán hacerlo visitando alguno de los interiores de manzana que han sido habilitados en el barrio como zona de ocio y relax.

El más destacado de todos los interiores de manzana del barrio de Sant Antoni son el dedicado al famoso pianista Tete Montoliu. Junto a él destacan también los jardines de Els Tres Tombs, que posee en su interior una ‘escola bressol’ del mismo nombre y el muy visitado de Càndida Pérez. En este interior de manzana, dedicado a una cupletista catalana, se ubica la biblioteca pública del barrio y un centro para la tercera edad.

Otros interiores de manzana del barrio son los dedicados a la realizadora Mercè Vilaret y a la sindicalista Maria Manonelles. Los jardines dedicados a esta sindicalista se hallan en el mismo espacio que ocupó en su día el célebre y ya desaparecido cine Waldorf.

Sin duda, Sant Antoni es uno de los barrios más atractivos de Barcelona para los inversores inmobiliarios.