La decisión se tomó el pasado 28 de junio: CaixaBank acordó el traspaso a una compañía propiedad del fondo Lone Star el 80% de su negocio inmobiliario. Para que dicho traspaso pueda hacerse efectivo, debe cumplirse una condición: que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autorice la recompra del 51% de Servihabitat al fondo TPG.
Hace sólo cinco años que la entidad bancaria española vendió el 51% de Servihabitat Servicios Inmobiliarios a SH Findel, una sociedad controlada por el fondo TPG Sixth Street Partners. La venta se realizó por un montante total de 158 millones de euros y, en un principio, la venta incluía un acuerdo de gestión del paquete inmobiliario por un período de diez años. Las tensas relaciones mantenidas durante estos cinco años entre CaixaBank y TPG han hecho que la entidad financiera española haya decidido recuperar el control de su filial. Para ello, ha puesto sobre la mesa una oferta de 176,5 millones de euros.
Con esta acción lo que pretende CaixaBank es realizar lo que ya realizaron el Santander, el BBVA y el Sabadell. El Santander, por ejemplo, recompró Aliseda, su servicer inmobiliario, y sacó de su balance 30.000 millones de euros de activos tóxicos. El BBVA vendió su servicer, Anida, al fondo Cerberus. Esta venta incluía también el traspaso de una cartera de 13.000 millones. El Sabadell, por su parte, se encuentra en fase de ultimar la venta de varias carteras. Dicha venta le permitiría deshacerse de 10.000 millones en activos adjudicados y de créditos fallidos. Lo que CaixaBank persigue al planificar estos movimientos es, en resumen, reducir el número de activos problemáticos en su poder para, de ese modo, presentar un balance más saneado.
Una vez CaixaBank haya obtenido la autorización de la CNMC para realizar la recompra del 51% de Servihabitat, la entidad bancaria española firmará un acuerdo para regular sus relaciones con Lone Star como socios de la nueva sociedad que se forme y en la que CaixaBank poseerá una participación del 20%.
El precio de la venta del 80% de la nueva sociedad será el 80% de la valoración final del negocio inmobiliario a la fecha de cierre, que dependerá principalmente del número de activos inmobiliarios que permanezcan en la nueva compañía en esa fecha (según el número de activos vendidos entre el 31 de octubre de 2017 hasta el cierre de la transacción). Según los cálculos realizados por CaixaBank, la valoración inicial del mercado inmobiliario asciende a unos 7.000 millones de euros. Así, el fondo Lone Star debería entregar a la entidad financiera española un total de 5.600 millones de euros para hacerse con el 80% de Servihabitat.
Con esta operación, que se prevé se cierre durante el último trimestre de 2018 o el primero de 2019, CaixaBank intenta ahorrar unos costes de unos 550 millones antes de impuestos durante los tres años siguientes (2019-2021).