La pandemia de COVID-19 ha supuesto un terremoto en el sistema económico en general y en el mercado inmobiliario en particular. El cómo vaya a evolucionar el mercado inmobiliario en los próximos meses es una incógnita por desvelar. Entre las preguntas a las que solo el futuro dará respuesta están las siguientes: ¿cómo serán las hipotecas?, ¿cuáles serán las condiciones que los bancos impongan a todo aquella persona que desee obtener un préstamo? En este artículo vamos a intentar resumir cuáles son los pronósticos que se están realizando en el sector inmobiliario sobre cómo afectará el Coronavirus a las hipotecas.

El primer aspecto sobre el que la pandemia de COVID-19 ha incidido ha sido sobre el euríbor. El índice que referencia que suele utilizarse para actualizar las hipotecas de tipo variables continúa en negativo. De hecho, lleva en negativo cuatro años seguidos. Pero el Coronavirus lo ha empujado al alza. Así, si en febrero cotizaba al -0,288%, en abril lo hizo al -0,108%. La tendencia seguida en este mes de mayo que está a punto de concluir ha sido, también, alcista. Durante las dos primeras semanas, de hecho, el euríbor subió hasta el -0,085%.

¿Seguirá esta tendencia alcista en los próximos meses? La incertidumbre que ha provocado en el mercado inmobiliario el COVID-19 impide dar una respuesta contundente a esta pregunta. Según los analistas, la influencia final que tenga el Coronavirus sobre las hipotecas dependerá en gran medida de las decisiones que se tomen tanto a nivel fiscal como a nivel monetario para superar estos tiempos de incertidumbre y de crisis. Esas medidas serán, sin duda, las que determinen cómo será finalmente la relación entre Coronavirus e hipotecas.

 

Los análisis realizados hasta la fecha por expertos en mercado inmobiliario  apuntan a que el euríbor siga repuntando durante los próximos meses, acercándose al 0%, debido tanto a las tensiones en los mercados monetarios como a la decisión del Banco Central Europeo de no bajar los tipos de interés por el momento. ¿Qué influencia tendrá esto sobre las hipotecas? Muy probablemente, el encarecimiento del euríbor hará que se incremente el número de hipotecas a interés fijo.

Ralentización del mercado inmobiliario

Otro de los efectos del Coronavirus sobre el mercado inmobiliario será, con toda probabilidad, el de una marcada ralentización del mismo. De hecho esta ralentización  del mercado inmobiliario ya fue observada en 2019. Lo que el COVID-19 habría hecho no habría sido otra cosa que agravarla. El inicio del confinamiento hizo que la compraventa de vivienda cayera un 31% en la segunda quincena de marzo (según datos del Colegio de Registradores de la Propiedad) y que la concesión de hipotecas para la compra de vivienda descendiera algo más del 27%. Sin los datos de abril en la mano, lo previsible, debido a las restricciones a la movilidad y al frenazo de la actividad económica en general, es que esos descensos tanto en las cifras de operaciones de compraventa como en las de concesión de hipotecas se haya hecho más pronunciado.

Se espera que la progresiva desescalada de las diferentes regiones del país provoque un ligero repunte de las operaciones de compra y venta de pisos o que, cuanto menos, suavice la caída en picado de las mismas.

Endurecimiento de las condiciones de las hipotecas

A fecha de hoy, todavía no se sabe el impacto real que el Coronavirus acabará teniendo sobre el empleo y, por tanto, sobre el poder adquisitivo de las familias. Desde el punto de vista de las entidades financieras, se teme que esa pérdida de poder adquisitivo de las familias debido al aumento del desempleo implique un importante incremento de la morosidad. La experiencia histórica demuestra que, ante escenarios así, la banca acostumbra a endurecer sus criterios a la hora de conceder préstamos hipotecarios. Ésa, sin duda, es la forma lógica de actuar. Evitar en la medida de lo posible futuros impagos es una de las obligaciones básicas del sector bancario a la hora de conceder hipotecas. No hacerlo, de hecho, pondría en serio riesgo la estabilidad financiera del sistema.

De momento, no obstante, no se perciben cambios importantes en las condiciones que los bancos fijan para conceder sus hipotecas. Los efectos reales del COVID-19 sobre las hipotecas, pues, no se perciben aún. Si acaso, lo único que parece detectarse de momento es un aumento del interés de los bancos por potenciar las hipotecas a interés fijo. Hasta qué punto este interés de los bancos se traducirá en un incremento efectivo de las hipotecas de ese tipo es algo todavía por dilucidar. El que el deseo de los bancos se convierta en realidad dependerá, en buena medida, de qué decisión tomen finalmente los compradores de vivienda a la hora de escoger una hipoteca. Para muchos de éstos, mientras el euríbor se mantenga en cotizaciones negativas, las hipotecas más atractivas serán las hipotecas a interés variable. La respuesta solo la tiene el futuro. Mientras tanto, la incertidumbre persistirá.