Los nuevos vientos inversores soplan desde Oriente. Al menos, en lo que respecta al mercado inmobiliario de las grandes ciudades españolas. Chinos, coreanos, árabes, turcos, naturales de Singapur, indios, filipinos… todos estos inversores inmobiliarios orientales cuentan con dos factores a favor para convertirse en la punta de lanza de la inversión extranjera en España. El primero de esos factores es el cash o efectivo. El segundo, la facilidad de pago.
Los grupos inversores orientales han encontrado en algunas grandes arterias españolas (la madrileña Gran Vía podría considerarse, en ese sentido, la joya de la corona del mercado inmobiliario español para los inversores extranjeros) la rentabilidad que no encuentran en otras capitales europeas como pueden ser Londres o París. Estos grupos inversores inmobiliarios llegados de Oriente valoran de manera muy positiva lo que se considera un mercado estable y una situación económica general que parece apuntar hacia una recuperación tanto del consumo como de las rentas.
Los datos de las inversiones realizadas por estos grupos de inversión orientales y de los movimientos realizados por los mismos dentro del mercado inmobiliario español parecen dibujar un panorama en el que ya no tienen cabida los fondos oportunistas (popularmente conocidos como fondos buitres) que hace apenas dos años copaban el 57% de los flujos de inversión e España. En la actualidad, los grandes inversores inmobiliarios que están tomando posiciones y adquiriendo propiedades en el mercado inmobiliario español son los fondos de pensiones, las aseguradoras, los family offices y los fondos soberanos.
El nuevo tipo de inversor inmobiliario interesado en invertir en el mercado español se caracteriza, principalmente, por buscar un mercado estable en el que puedan obtenerse rentabilidades que bordeen el 5% y en el que dichas rentabilidades puedan sostenerse durante varios años. Si el fondo oportunista buscaba realizar una inversión para obtener una rentabilidad inmediata (es decir, adquiría activos para desprenderse de ellos en el menor tiempo posible), el tipo de inversor inmobiliario que actualmente está capitaneando la inversión en España es un inversor que quiere mantener en su poder durante un período de tiempo medio-largo los activos adquiridos.
¿Qué inversores son éstos? Ruth Ugalde, periodista especializada en los movimientos que se producen dentro del mercado inmobiliario y colaboradora habitual de El Confidencial, realiza en su artículo “Grandes fortunas de Oriente revolucionan el mercado inmobiliario español” un completo listado de todos esos inversores inmobiliarios orientales que están adquiriendo cada vez más protagonismo en la inversión inmobiliaria en España en general y en Madrid en particular.
El Fondo Soberano de Singapur (GIC) sería uno de esos fondos de inversión orientales interesados en el mercado inmobiliario español. Junto a él, Ugarte destaca los fondos de inversión chinos Wanda y Fosun, el malayo Kazhanah, el coreano NPS (Fondo de Pensiones de Corea del Sur) o el filipino Andrew Tan. Tan, propietario del más grande conglomerado de empresas de su país, ha adquirido la madrileña Torre Espacio y el 50% del complejo Canalejas. La familia árabe Olayan, por su parte, y en colaboración con el grupo hotelero Mandarín Oriental, ha desbloqueado la venta del hotel Ritz. El grupo turco Dogus Holding, socio en Turquía del BBVA, ha adquirido el Hotel Villa Magna. Y son otros varios los ejemplos que Ruth Ugalde da en su artículo para ilustrar con ejemplos hasta qué punto el desembarco de capital oriental en el mercado inmobiliario español es importante y hasta qué punto estos inversores inmobiliarios orientales van a compartir protagonismo y, al mismo tiempo, competir con otros inversores como pueden ser aseguradoras como AXA y Allianz, fondos de pensiones canadienses como PSP y CPP, Pontegadea (la family office de Amancio Ortega), Alba Real Estate (family office de la familia March) o los fondos alemanes Patrizia y Deka.
En cualquier caso, el interés de los inversores inmobiliarios orientales sólo viene a reafirmar el atractivo del mercado inmobiliario español y a resaltar las posibilidades de hacer negocio dentro de ese mercado.