De entre los efectos secundarios de la moratoria hotelera vigente en Barcelona desde julio del 2015, la creciente proliferación de apartamentos de lujo es uno de ellos. En eso se están convirtiendo fincas ubicadas en edificios que estaban destinados a ser un hotel. Los propietarios de dichos edificios y fincas, enfrentados a la imposibilidad de sacar adelante sus planes hoteleros, y con la finalidad de obtener una rentabilidad para sus inversiones, están optando de manera masiva por convertir sus propiedades de pisos espaciosos, con acabados de gran calidad y para un público de alto poder adquisitivo.
Algunos de los ejemplos más significativos de cómo un espacio que estaba destinado a ser un hotel se ha acabado convirtiendo en un edificio de apartamentos de lujo son el edificio Condeminas del Passeig de Colom, el número 4 de Via Laietana (que fue durante décadas un edificio de oficinas), el edificio Winterthur de Francesc Macià, el edificio Estel de Avinguda Roma (que fue la sede corporativa de Telefónica), la Casa Burés (ubicada en el Eixample y en actual proceso de rehabilitación) y el edificio que en su día, y en la confluencia de Diagonal y Passeig de Gràcia, albergó las oficinas del Deutsche Bank. El edificio Estel, por ejemplo, ofertará unos 400 apartamentos cuyos precios oscilarán entre los 400.000 euros y los 2,5 millones.
¿Quiénes son los principales clientes de este amplio abanico de apartamentos de lujo que se están ofertando en Barcelona? Extranjeros (principalmente ingleses, franceses, árabes e israelíes) de alto nivel adquisitivo. ¿Cómo de alto? Lo suficiente como para pagar cantidades que superan el millón de euros.
Los datos sobre la creciente proliferación de compradores extranjeros son claros. El propio ministerio de Fomento señala cómo alrededor del 20% de las compras de inmuebles realizadas en España son realizadas por extranjeros. Estas compras se concentran principalmente en Barcelona, Madrid y en las zonas costeras. El Colegio de Registradores, por su parte, ofrece unos datos sobre la compra de viviendas en España por extranjeros que nos permiten realizar un retrato ajustado de las nacionalidades más interesadas en adquirir viviendas en España.
Los datos proporcionados por el Colegio de Registradores sobre los principales compradores extranjeros en el mercado inmobiliario español apuntan a que un 19,73% son británicos, un 7,38% son alemanes, un 7,05% son franceses, un 6,95% son suecos, un 5,99% son italianos y un 5,63% son belgas. Rusos y chinos, que en años anteriores habían desempeñado un papel destacado como inversores extranjeros en apartamentos de lujo en Barcelona, han perdido preponderancia entre los compradores de pisos de alto standing.
Los extranjeros adinerados que buscan una segunda o tercera residencia en Europa encuentran en Barcelona la tercera o cuarta ciudad de su preferencia. Muchos inversores británicos, además, han encontrado en los apartamentos de lujo en Barcelona un valor refugio muy importante para satisfacer sus intereses inversores. Por el momento, un apartamento de lujo es más barato en Barcelona que en París. Eso hace que, por ejemplo, muchos israelíes hayan decidido optar por la Ciudad Condal en lugar de por la capital francesa para realizar alguna de sus inversiones o, sencillamente, para comprar esa segunda o tercera residencia de la que hablábamos.
La distancia entre los precios del metro cuadrado de un apartamento de lujo en Barcelona y en París, sin embargo, mengua progresivamente. Y es que la oferta no basta para satisfacer la creciente demanda. Para satisfacer a aquélla no basta con esa transformación de suite de hotel en apartamento de lujo. También hay que contar con las fincas reformadas. Una reforma integral de fachadas, espacios comunes, balcones y terrazas, así como de interiores de pisos, ha permitido que la oferta de apartamentos de lujo en Barcelona se incremente.