La pandemia de COVID ha puesto de moda la palabra teletrabajo. Para evitar la movilidad de las personas, muchas empresas han apostado por impulsar el trabajar desde casa. Para ello, muchas personas han tenido que adaptar un rincón de su vivienda para montar en él una pequeña oficina.

Quienes han pasado por esa experiencia o están pasando por ella saben que no siempre es sencillo realizarla. Es a esas personas a quien va destinado este artículo. En él daremos una serie de consejos básicos para montar una oficina en casa.

Una pared iluminada

Lo ideal, lógicamente, sería reservar toda una habitación para tal fin. Pero, seamos sinceros, ¿quién tiene una habitación vacía o semivacía en su domicilio para montar en ella una oficina? Poca gente. Lo más habitual, pues, es que la persona que está obligada o que ha tenido la oportunidad de escoger el trabajar desde casa tenga que conformarse con una simple pared y el espacio anexo a ella. Será a esa pared a la que la persona deberá arrimar su mesa de trabajo y será esa pared lo que la persona verá mientras esté teletrabajando.

La pared que se escoja para montar la oficina en casa debe estar bien iluminada. Lo ideal sería que dicha pared estuviese iluminada por luz natural. Si no fuera así, deberíamos agregar puntos de luz artificial que deberían servir de refuerzo a la escasa luz natural que llegara a la pared.

A la hora de pensar en la iluminación de dicha pared debemos pensar en el tipo de trabajo que vamos a realizar junto a ella (no es lo mismo, por ejemplo, estar pendiente de la pantalla de un ordenador y realizar trabajos de artesanía) y actuar en consecuencia.

La importancia de la pintura y la luz ambiente

Al escoger esa pared y pensar en cómo iluminarla hay que tener en cuenta también que cuanto más clara sea la pintura que la cubre, más luminosa será aquélla. Se recomienda, pues, que la pared escogida para montar nuestra oficina en casa esté pintada en tonos suaves y claros o, directamente, en blanco.

La iluminación de la pared escogida debe combinarse con una buena iluminación general de la estancia. El tipo de iluminación que se deberá escoger para la habitación deberá estar en función, también, del trabajo que se tenga que realizar en ella. Una buena manera de conseguir una luz indirecta y, al mismo tiempo, cómoda, que convierta la estancia en un agradable rincón de trabajo en casa consiste en dirigir la luz hacia la pared. Será esa luz, rebotada, la que al mismo tiempo y de una manera relajante y efectiva ilumine pared y techo.

Mobiliario cómodo y claro

La jornada laboral de cualquier trabajador medio en España es de 8 horas. Si, por ejemplo, tienes que estar ocho horas sentado ante el ordenador debes escoger una silla en la que puedas acomodar perfectamente tu zona lumbar. Lo ideal, lógicamente, es adquirir (si no la tienes ya) una buena silla de oficina que te permita adoptar una postura correcta y en la que te sientas cómodo.

Adaptar cualquier silla que se tenga por casa para convertirla en silla en la que trabajar no es buena idea. Prolongar una mala postura mientras se trabaja acostumbra a derivar en lesiones crónicas de espalda. Si de momento no puedes comprar una silla de oficina para tu oficina en casa, utiliza algún cojín para estar más cómodo sentado mientras teletrabajas.

La silla ideal para trabajar sentado debe tener una altura de entre 43 y 45 cm desde el suelo al asiento y el respaldo debe tener un ángulo aproximado de 9º. La mesa, por su parte, debe tener una altura que oscile entre los 75 y los 80 cm. En cuanto al ancho de la mesa, el mínimo debe ser de 50 cm. Respecto a su longitud, lo ideal es que no sea menor de 120 cm, aunque lo óptimo sería que tuviera una largura de más de 150 cm.

Luz y claridad

Para iluminar la mesa de trabajo podemos optar por colocar una lámpara de mesa sobre ella. Una lámpara con la cabeza direccionable es ideal para, en caso de necesidad, poder redirigir la luz para utilizarla de una forma indirecta. Otra buena opción para iluminar nuestra mesa de trabajo es la de colocar una estantería sobre ella. La estantería nos serviría, en este caso, para emplazar un foco de pinza o de cualquier otro sistema que permitiera el colocar el foco sobre la balda para, con él, iluminar la mesa de trabajo.

El mobiliario escogido para nuestra oficina para teletrabajar debe ser un mobiliario de tonos neutros y claros. Teniendo siempre presente que el color afecta a nuestras emociones, el mobiliario de nuestra oficina en casa debe ser un mobiliario que facilite el establecimiento de un correcto clima laboral. Para introducir contrastes de color que hagan nuestro rincón de teletrabajo un espacio menos monótono podemos jugar con los accesorios más pequeños. Los accesorios de papelería (grapadora, cubilete para bolígrafos, etc.) o la lámpara de mesa pueden ser muy aprovechables en este sentido.

Almacenaje

La necesidad o no de un espacio de almacenaje en nuestra oficina casera para teletrabajar dependerá de nuestro tipo de trabajo. Cada vez más, las empresas optan por el almacenaje virtual y por eludir el siempre farragoso almacenaje físico de documentos en papel. Si, por cualquier motivo, tu empresa no es de ésas y te ves obligado a almacenar documentos en formato papel, debes tener claro qué tipo de mobiliario o elementos de oficina vas a utilizar para poder realizar dicho almacenaje.

En muchos casos puede bastar con unas simples cajas de almacenaje colocadas sobre una estantería. En otros, quizás te resulta muy práctica una cajonera con o sin ruedas. En cualquier caso, el objetivo es conseguir un espacio de trabajo ordenado.

Esperamos que, si tienes que teletrabajar y no tienes muy claro cómo montar tu espacio de trabajo en casa, hayas encontrado aquí algunas ideas que puedan servirte para diseñar tu espacio de teletrabajo. Si, además, quieres darle un aire más natural a tu oficina casera, te aconsejamos aplicar alguna de las recomendaciones que recogemos en nuestro artículo “Consejos para crear un espacio más natural”.