Una ciudad es, por fuerza, una ciudad que tiene un elevado número de inmuebles construidos muchas décadas atrás. La Ciudad Condal, como localidad milenaria, no escapa a esa norma. Hay muchos pisos antiguos en Barcelona y la mayoría de ellos se encuentran en continua renovación.
Algo más del 10% de las viviendas de Barcelona fueron construidas antes de que empezara el siglo XX. En total, unas 84.000. De ellas, 34.000 se encuentran en el mismo distrito: Ciutat Vella. En el mencionado distrito barcelonés, prácticamente 6 de cada 10 edificios son anteriores al siglo XX.
Estos datos han sido proporcionados por el Departamento de Estadística del Ayuntamiento de Barcelona basándose en datos extraídos de la base de datos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y del Catastro del Ministerio de Economía.
Estos datos reflejan la realidad de un parque inmobiliario envejecido, sobre todo en determinados barrios del municipio. El Raval es el barrio que, en términos absolutos, más pisos anteriores a 1900 tiene en total, unos 15.000.
Proporcionalmente, sin embargo, es el Gòtic el que atesora mayor número de pisos con una antigüedad superior a los 115 años. Exactamente el 68,5% de los pisos del Gòtic tienen una fecha de edificación anterior al 1900.
Tras el distrito de Ciutat Vella, es el Eixample el distrito con más pisos viejos de Barcelona. Gràcia, Sants-Montjuïc, Sant Martí y Sant Andreu completan, por ese orden, la lista de distritos con un mayor número de inmuebles antiguos en BCN.
Por su parte, los que menos pisos viejos tienen son los distritos de Nou Barris y Les Corts. No en vano, el distrito de Nou Barris creció, en su mayor parte, a partir de los años 50 del pasado siglo y gracias al fuerte movimiento inmigratorio que, desde otras partes de España, tuvo como lugar de destino la Ciudad Condal.
Estos datos sobre la antigüedad de las viviendas de la capital catalana recalcan la necesidad de realizar una permanente tarea de vigilancia sobre el estado de conservación de las viviendas de Barcelona.
El decreto 187/2010, que el Departament de Medi Ambient i Habitatge de la Generalitat de Catalunya publicó en 2010 y que establecía la obligatoriedad de realizar inspecciones técnicas de los edificios de viviendas construidas antes de 1960 (las famosas ITE, bien conocidas por todas las propiedades de vecinos), no ha dado los frutos deseados. Aunque a fecha de hoy esas inspecciones ya deberían haberse realizado, lo cierto es que aún quedan muchos edificios viejos de BCN sin haberse sometido a ellas.
Pisos antiguos en Barcelona: una historia inmobiliaria de la ciudad
Los datos proporcionados por el Departamento de Estadística del Ayuntamiento de Barcelona sirven, también, para hacer un relato histórico del crecimiento de la capital catalana gracias a lo que nos cuenta la antigüedad de sus casas.
Cualquier observador que se detenga a analizar dichos datos constata la importancia capital que la urbanización del Eixample ha tenido tanto en el crecimiento como en la configuración del mapa de la ciudad. Éste es, junto a Gràcia, el distrito que más creció entre 1900 y 1940.
Antes de él, Barcelona era un ciudad que había crecido encorsetada entre murallas. Hablar de la historia de un barrio como es el barrio Gòtic de hablar la evolución de un territorio urbano muy densificado. Fue esa densificación la razón por la cual, entre los siglos XVIII y XIX, muchos caserones se subdividieron en un enjambre de pisos irregulares con habitaciones poco ventiladas y mal iluminadas.
En calles muy estrechas se izaron edificios (cuando se derribaban los antiguos) con una altura realmente desmesurada en relación con la anchura de las calles. Las plazas que ahora pueden contemplarse en el barrio eran antiguamente y en su mayor parte cementerios parroquiales.
Fueron muchos los años que tuvieron que pasar para que el Gótic se convirtiera en lo que ahora es: el centro de comercio más importante de la capital catalana.
Sin el corsé que en su momento habían supuesto las murallas para el Gòtic y con más territorio sobre el que poder expandirse, fueron otros los distritos (algunos de ellos antiguos municipios independientes, como el ya citado de Gràcia) que más crecieron durante el siglo XX.
En la década de los 40, por ejemplo, finalizada la Guerra Civil fue Sant Gervasi-Galvany el distrito que más creció.
La década de los cincuenta, por su parte, fue la década estrella, en cuanto a crecimiento, de lo que hoy es el distrito de Nou Barris. En la actualidad, este distrito barcelonés que tomó su nombre del número de barrios que lo formaban (nueve), está constituido por los trece siguientes: Vilapicina i la Torre Llobeta (antes separados en dos barrios), Porta, el Turó de la Peira, Can Peguera, la Guineueta, Canyelles, Roquetes, Verdun, Prosperitat, Trinitat Nova, Torre Baró, Ciutat Meridiana y Vallbona.
Llegados los años sesenta fue de nuevo Sant Gervasi-Galvany el que más creció. Junto a él, barrios enteros, como es el caso de El Carmel, aparecieron prácticamente de la nada y crecieron en muy pocos años.
Si constatamos los datos proporcionados por el Departamento de Estadística del Ayuntamiento barcelonés, fue durante década de los sesenta cuando se construyó más de una cuarta parte del total de viviendas que en la actualidad existen en BCN. No en vano, fue en esta década, fundamental en el crecimiento demográfico de la capital catalana, cuando se incrementó de manera más que notable el flujo de inmigrantes llegados de otras partes de España.