Buscar un parque de pisos de alquiler asequible para la ciudad de Barcelona: ése es uno de los objetivos prioritarios que se ha propuesto la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y que se encuentra recogido en el Plan por el Derecho a la Vivienda presentado el pasado viernes 21 de octubre en la capital catalana.
Entendiendo la vivienda como “un derecho y un servicio público”, el equipo municipal dirigido por Colau se propone, a través de una empresa en la que participe capital privado, atender las emergencias de vivienda de la ciudad, garantizar el buen uso de los inmuebles alquilados y rehabilitar y construir un total de 8.096 pisos en los tres años.
El Plan por el Derecho a la Vivienda elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona reúne un amplio abanico de fórmulas que permitan la construcción de esos 8.096 pisos antes de 2020. Los construidos por cooperativas de cesión de uso, la construcción de vivienda social en remontas o locales comerciales vacíos, la compra por el Ayuntamiento mediante el derecho de tanteo y retracto o la construcción por parte del Patronato Municipal de la Vivienda son algunas de las posibilidades que el ayuntamiento barcelonés ha contemplado en su Plan por el Derecho a la Vivienda.
Una nueva empresa con tres tipos de socios
De entre todas las propuestas recogidas en el Plan por el Derecho a la Vivienda, la de la Asociación de Vivienda Asequible (así se llamará esa futura empresa) es la más innovadora. Inspirada en las housing asociations (Asociaciones de Vivienda que existen en países como Austria, Francia, Holanda y Reino Unido), la Asociación de Vivienda Asequible tendrá, según el proyecto, tres tipos de socios:
- Capital público que consistirá seguramente en la aportación de suelo por parte de la Administración. Este suelo en propiedad de la Administración se concentra en un alto porcentaje en los distritos de Sants-Montjuïc, Sant Andreu o Sant Martí. Específicamente, la mayor parte de los pisos que se prevén construir se encuentran en la zona de la Marina, en la Zona Franca.
- Inversores o financieros que deseen construir y gestionar pisos. La Administración intentará atraer a estos inversores prometiendo, si no una gran rentabilidad (ésta no podrá ser demasiado alta al destinarse los pisos al alquiler social) sí una alta estabilidad y poco riesgo.
- Particulares que quieran comprar acciones de la empresa. El Ayuntamiento, en este aspecto, piensa en participaciones de mil euros.
Las viviendas construidas por la futura Asociación de Vivienda Asequible, que no podrán, en ningún caso, venderse, estarán destinadas a aquellas personas que se encuentren inscritas en el registro de solicitantes de vivienda pública.
Localización de solares vacíos y otras medidas
Uno de los principales esfuerzos del Ayuntamiento de Barcelona irá encaminado a identificar los solares vacíos existentes en la ciudad. Una vez localizados dichos solares vacíos (son muchos los solares de este tipo que pertenecen a propietarios que esperan el momento en que los precios de los mismos vuelvan a subir para, entonces, hacer negocio con ellos), el Ayuntamiento intentará convencer a sus propietarios para que destinen dichos solares a la construcción de pisos de alquiler asequible. Ayudas a la promoción o acuerdos para gestionarlos son algunas de las medidas que el Ayuntamiento quiere emprender para convencer a dichos propietarios de solares vacíos de la necesidad de construir viviendas de alquiler asequible. El otro recurso será el de la fuerza: echar mano a la Ley de Urbanismo puede servir para “forzar” al propietario a construir o, al menos, a hacerlo subsidiariamente. Aunque éste, claro, sería el camino más problemático de todos. El menos sencillo. Sería un camino que, tarde o temprano, acabaría judicializándose. En un sistema económico en el que prima la libertad de empresa resulta problemático el obligar a un propietario a que disponga de su propiedad de una determinada manera diferente a sus deseos.
Otro de los métodos propuestos por el equipo de Ada Colau para dotar a Barcelona de un mayor parque de vivienda de alquiler asequible es la captación de pisos de pequeños propietarios. Ayudar a realizar reformas en dichos pisos y garantizar el pago de la renta debería servir para “liberar” una serie de pisos que en la actualidad permanecen vacíos. Estos pisos deberán sumarse a los que el Ayuntamiento, tras la firma de los correspondientes convenios”, pueda obtener de las entidades financieras o de la Sareb.
Otras de las medidas que el Ayuntamiento de Barcelona desea emprender para aumentar el parque de viviendas de alquiler asequible son las siguientes:
- Potenciar la rehabilitación en los barrios de menor renta o con entornos más degradados. Dicha rehabilitación incluiría desde instalación de ascensores hasta actuaciones de carácter urbanístico.
- Fomentar la mediación entre propietarios e inquilinos para, de ese modo, reducir el número de desahucios.
- Incrementar los controles sobre uso de la vivienda para evitar los usos anómalos de la misma. El Ayuntamiento de Barcelona se propone evitar que existan viviendas mal conservadas, desocupadas o sobreocupadas.
- Reforzamiento de las oficinas municipales de vivienda para que amplíen su horario de atención al público y mejoren su coordinación con los servicios sociales municipales.
- Establecer un índice orientativo de precios de referencia para cada zona de la ciudad. Sobre este aspecto cabe decir que la voluntad verdadera del equipo de Ada Colau sería la de establecer por ley unos alquileres topes al igual que lo hacen algunas capitales europeas. En España dicha opción no es factible. Las competencias de reglamentación sobre los precios de los alquileres no son municipales.