Cada cual celebra su aniversario como cree conveniente. También las empresas. Sumitomo Forestry es una empresa japonesa que se dedica a la fabricación de productos de madera. Sus orígenes se remontan a 1691. Fue entonces, hace ahora más de tres siglos, cuando empezó a utilizar la madera cosechada en las tierras forestales vecinas a la mina de cobre Besshi. Esa madera era utilizada para fortalecer dicha mina, propiedad de la familia Sumitomo. Ahora, y en vistas a que en 2041 Sumitomo Forestry celebrará su 350 cumpleaños, el objetivo de la empresa japonesa es conmemorar la efeméride edificando el rascacielos de madera más grande del mundo.
El nombre reservado para este rascacielos de madera que se prevé tenga 70 pisos es el de W350. 350 serán los años que cumplirá Sumitomo Forestry y 350 los metros que tendrá este grandioso edificio para cuya construcción será necesario utilizar casi 185.000 metros cúbicos de madera. La estructura del W350 será una estructura híbrida de madera (un 90% del total) y un marco de acero. Dicho marco de acero tendrá una función fundamental: la de absorber las vibraciones. Esto, en una ciudad como Tokio (será ahí, en el centro de la capital nipona, donde se construya el W350), tiene una importancia capital. Después de todo, Tokio es una ciudad en la que los terremotos están casi a la orden del día.
Este rascacielos de madera tendrá tiendas, oficinas y apartamentos luminosos que, con balcón exterior, estarán cubiertos por un abundante follaje que convertirá al W350 en un bosque vertical innovador y ecológico. El objetivo de Sumitomo Forestry es, según figura en el comunicado hecho público por la empresa para anunciar el proyecto, “crear ciudades ecológicas que aprovechen la madera”. Con este proyecto, Sumitomo Forestry pretende impulsar un nuevo tipo de arquitectura que convierta las urbes en bosques “mediante el uso creciente de la arquitectura de la madera para edificios de gran altura”.
El proyecto de Sumitomo Forestry de construir un rascacielos de madera se encuadra perfectamente dentro de la política arquitectónica impulsada por el Gobierno japonés. Éste lleva tiempo proclamando las virtudes de la madera. En 2010, el Gobierno nipón aprobó una ley para promocionar el uso de la madera en los edificios públicos. Según dicha ley, las nuevas construcciones de edificios gubernamentales de hasta tres plantas se deben construir parcial o totalmente con este material. El Gobierno japonés, al mismo tiempo, alienta a los promotores del país a utilizar la madera en sus proyectos.
Otros edificios y rascacielos de madera
La idea de construir un rascacielos de madera no es una idea nueva. De hecho, en los últimos tiempos se está viviendo una progresiva expansión de este tipo de edificios. En nuestro blog ya hemos hablado de edificaciones con estructura de madera. En julio pasado, por ejemplo, dábamos cuenta en este espacio de cómo en el número 83 de la barcelonesa calle Constitución se estaba levantando un bloque de seis plantas de madera. Claro que seis plantas son seis plantas y 70, una cosa muy distinta. El reto arquitectónico es, sin duda, de otra magnitud. Pero en el mundo ya pueden encontrarse edificios de madera de, por ejemplo, 18 pisos. Ése es el número de plantas que posee la Brock Commons Tallwood House, una residencia de estudiantes de 53 metros de altura finalizada en Vancouver (Canadá) el pasado año.
Otros edificios de madera que han adquirido popularidad a nivel mundial son el edificio The Treet (ubicado en Bergen, Noruega) o el bloque residencial Forte. Finalizado en 2012, el bloque residencial Forte se encuentra en Melbourne (Australia), con vistas a la bahía Victoria. Entre los proyectos de rascacielos de madera que esperan el visto bueno para ponerse en marcha destacan la torre River Beech (Chicago) y la torre Oakwood, que espera ser uno de los edificios más altos de Londres. La primera de ellas tendrá 244 metros y se construirá a orillas del río Chicago (el río que, con el mismo nombre que la ciudad, cruza el centro de la misma).
Objeciones a los rascacielos de madera
A la construcción de rascacielos de madera se suelen oponer ciertos reparos. Uno de ellos es el que hace referencia al peligro de incendio. Otro, al riesgo de agotamiento de los bosques.
Respecto a la primera objeción, los expertos dicen que es muy difícil prender fuego a grandes trozos de madera. Los grandes incendios de Londres y Chicago (acaecidos respectivamente en 1666 y en 1871) se debieron, al decir de los expertos, a la existencia de piezas de madera muy pequeñas en las viviendas y en la estructura de las mismas. La madera que se utilizará para construir el rascacielos de madera W350 de Tokio puede aguantar las llamas durante tres horas. Eso, unido a las cascadas y a la vegetación que rodeará el edificio, evitará que el edificio pueda arder con facilidad.
Respecto al asunto del agotamiento de los bosques, Sumitomo Forestry ha expuesto su opinión como empresa impulsora del W350. El aumento de la demanda de madera, sostiene Sumitomo Forestry, no hará sino promover un mejor mantenimiento de los ecosistemas boscosos del Japón. En la actualidad, casi dos tercios del territorio japonés está ocupado por arboledas de cedros y cipreses plantados tras la Segunda Guerra Mundial. Cuidar de esa riqueza será una responsabilidad de las comunidades que, convencidas por el uso de las virtudes de este tipo de construcción, se comprometerán en la tarea de garantizar su sostenibilidad.
Otro aspecto a tener en cuenta en la edificación de rascacielos de madera es su coste. Se calcula que el W350 de Tokio cueste unos 600.000 millones de yenes (alrededor de 4.500 millones de euros). Un edificio de las mismas características pero realizado con los materiales que normalmente se utilizan para construir rascacielos costaría la mitad. Sumimoto Forestry espera que los avances tecnológicos que puedan sucederse hasta el 2041 permitan reducir los costes de edificación del W350. En el diseño de este impresionante rascacielos de madera ha colaborado el estudio arquitectónico japonés Nikken Sekkei Ltd. Nikken Sekkei Ltd. es el mayor grupo de arquitectura de Japón y uno de los cinco primeros del mundo. Suyas son, entre otras obras, la Terminal Tres del aeropuerto de Narita, la torre Tokyo Sky Tree, el Hoki Museum de Chiba y una larga serie de obras de todo tipo, desde hospitales a aeropuertos y desde infraestructuras culturales a estadios de fútbol. Suyo es, por ejemplo, el proyecto de reforma del Camp Nou, el estadio del Fútbol Club Barcelona.