“Menos es más”. Ésa es la idea sobre la que se apoya todo el proceso de diseño y decoración de una casa minimalista. En este artículo de Piso BCN vamos a explicarte cuáles son las características principales del diseño minimalista, qué muebles y accesorios complementan este estilo y te hablaremos de algunos de los arquitectos/as y diseñadores/as que se han hecho famosos por promover el minimalismo en sus creaciones.

Casa minimalista

¿Cuáles son las características de una casa minimalista

Hablar de diseño minimalista es hablar de simplicidad de formas. El minimalismo huye de toda acumulación de elementos decorativos. Desde el punto de vista de quienes promueven este estilo, una vivienda minimalista debe caracterizarse, por encima de todo, por su funcionalidad. Para conseguirla debe hacerse hincapié en los aspectos que vamos a detallar a continuación. Ellos son las características de una casa minimalista:

  • Simplicidad en las formas. La estética minimalista huye de la ornamentación innecesaria y basa su apuesta estilística en las geometrías básicas y en los volúmenes simples. Que estos se integren de forma armoniosa en el entorno es uno de los objetivos de los arquitectos que defienden esta estética. Para lograrlo usan materiales como el hormigó, el acero y la madera. En los exteriores optan por fachas lisas y monócromas.
  • Uso de espacios abiertos para conectar las diferentes zonas de la casa y, al mismo tiempo, transmitir sensación de fluidez. Los tabiques se evitan al máximo y se defienden conceptos de planta libre. Para conseguir ambientes ordenados y despejados se usan muebles funcionales y multipropósito.
  • Predominancia de la luz natural. Si hay un elemento que desempeña un rol fundamental en la percepción del espacio, ese elemento es la luz. Ésta debe entrar en la abudancia en las casas minimalistas. Para ello, los arquitectos diseñan viviendas con grandes ventanales y tragaluces que permiten que la luz entre en abundancia dentro de las mismas. Esto, que sirve para crear atmósferas cálidas y acogedores, sirve también para reducir el consumo energético, pues se reduce en gran medida la necesidad de luz artificial durante el día.
  • Interacción con el entorno. El diseñador minimalista no diseña sus creaciones pensando sólo en la estética interior. También busca conectarse de forma armoniosa con el entorno. ¿Cómo? Eligiendo una ubicación que permita la visión de vistas panorámicas y, sobre todo, optando por diseños que se integren en el entorno de una forma sutil. En este sentido es fundamental el uso de texturas y colores propios del paisaje local.
    • Un buen diseño propio del minimalismo tiene en cuenta los factores que hemos indicado en pos de aplicar las dos ideas básicas que caracterizan el estilo: simplicidad y funcionalidad. Con ello, lo que se persigue es una propuesta que invite a la calma y a la reflexión, un espacio vital en el que nos sintamos más profundamente conectados con nuestro entorno.

      Interior de casa minimalista

      Elementos decorativos propios de una casa minimalista

      Una casa minimalista lo es, en gran medida, gracias a sus elementos decorativos. Muebles y accesorios determinan en buena medida cuándo estamos en una vivienda que se ajusta a los cánones del minimalismo y cuándo no.

      Como hemos apuntado, la funcionalidad es básica en este estilo. Y los muebles no escapan a esa norma. Las líneas limpias imperan sobre cualquier otra idea creativa cuando se habla de decoración minimalista.

      Los muebles, además, deben ser multifuncionales. Con ello se persigue maximizar el uso del espacio sin añadir más piezas. Un sofá cama o una mesa de comedor que, a la vez, sirva de escritorio, sería un buen ejemplo de maximización del uso del espacio. Si son de madera clara y acabados mate, mejor que mejor, pues aportarán calidez a la estancia sin sobrecargar el ambiente.

      En la paleta de colores del diseño minimalista predomian las tonalidades blancas, grises o beige. Los tono tierra también son muy habituales. Todas estas tonalidades permiten crear sensación de amplitud e invitan a la serenidad.

      Los accesorios decorativos (esculturas, jarrones, cuadros, lámparas…) deben ser escogidos cuidadosamente. Ante todo debe evitarse la acumulación de objetos decorativos. Lámparas de pie o de mesa de diseño sencillo y elegante y que aporten una luz suave y acogedora es siempre una buena apuesta.

      Si hablamos de cojines, mantas cortinas, tapices u otros elementos decorativos en una casa minimalista debemos hablar de materiales como la lana, el lino o el algodón para sofás y cojines y del yute para las alfombras. La textura de estos materiales servirán para suavizar la rigidez que puede desprenderse de las líneas rectas del mobiliario.

      Finalmente, para añadir vida y frescura a la casa aliviando la frialdad que pudiera desprenderse del diseño minimalista, nada mejor que unas plantas de interior.

      Decoración minimalista

      Arquitectos y diseñadores minimalistas

      Como toda corriente artística, también la arquitectura minimalista tiene sus figuras prominentes, esos profesionales que, con su visión y trabajo, han dejado su huella en el mundo de la arquitectura y el diseño. Si hablamos de minimalismo arquitectónico, esas figuras son Mies van der Rohe, Tadao Ando, Kazuyo Sejima y John Pawson.

      Sin duda, si tuviéramos que escoger un arquitecto a quien considerar padre del minimalismo, ése sería el alemán Ludwing Mies van der Rohe. Buscador incansable de la pureza formal, él fue el pionero de este estilo y un absoluto innovador. Innovó al incorporar materiales como el acero y el vidrio a la construcción y también innovó al introducir en sus creaciones espacios abiertos y luminosos. A ello ayudaron las fachadas de vidrio, un sello distintivo de su trabajo. Éstas, usadas en muchas de sus obras, le permitieron conectar el interior con el exterior y reforzar la sensación de amplitud.

      Si hay dos obras en las que se pueden contemplar a la perfección las características del estilo Mies van der Rohe, ésas son el Pabellón de Alemania en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 y la Casa Farnsworth en Illinois.

      Al igual que Mies van der Rohe, también Kazuyo Sejima se sirve del vidrio para difuminar la frontera entre el interior de una casa y su exterior. Sirviéndose de este material, Sejima potencia en sus creaciones la sensación de ingravidez. En los edificios diseñados por esta arquitecta japonesa impera la sensación de serenidad. Premiada con el prestigioso Premio Pritzker en 2010, entre sus obras destacan el Edificio Rolex Learning Center (ubicado en Suiza) y el Dormitorio de Mujeres Saishunkan, terminado en 1991 y que es considerada la obra en la que Sejima encontró su estilo.

      También japonés es Tadao Ando. La habilidad y originalidad a la hora de integrar la naturaleza en sus diseños determinan su estilo. Autodidacta, su propuesta arquitectónica, basada en combinar materiales como el hormigón, la madera y el vidrio, destaca por su forma de entrelazar lo austero y lo cálido. Para ello, Ando se sirve de un elemento arquitectónico muy especial: la luz natural. La Iglesia de la Luz de Osaka, diseñada por él, es una de las muestras más perfectas de su arquitectura. Con este templo , Tadao Ando expresa hasta qué punto la arquitectura es para él una experiencia sensorial. Amparados por ese espacio en el que se produce una mágica intersección entre el hormigón y la luz, es muy fácil abandonarse a la mística tarea de la contemplación.

      Por su parte, John Pawson es considerado uno de los referentes de la arquitectura minimalista en la actualidad. Sus creacionse han sido catalogadas como “pequeños oasis de oxígeno”. El zen japonñes o la austeridad monástica cisterciense son, de alguna manera, dos fuentes de inspiración de este minimalista extremo que se sirve de la madera, la piedra y de una gestión meticulosa de la luz para crear espacios arquitectónicos en los que imperan el silencio, la profundidad y la eliminación radical de todo lo superfluo. las creaciones de Pawson son consideradas auténticas obras de arte. Entre ellas podemos destacar la Abadía de Novy Dvur, en República Checa, y la Villa Palmgren, una vivienda situada en Suecia, a orillas del lago Drevviken.

      Finalmente, y aunque no sea una arquitecta minimalista en el sentido tradicional del término, no podemos dejar de citar en este post a la iraquí Zaha Hadid. La obra de Hadid, ejemplo puro de la deconstrucción y la fluidez, puede considerarse como una evolución o una reinterpretación del minimalismo clásico. No en vano, y al igual que éste, Hadid persigue también la funcionalidad, la pureza visual y la integración de sus obras con el entorno, aspectos que, como hemos visto, son fundamentales para el minimalismo.

      Arquitectura  minimalista