Hay una palabra que se ha ganado un lugar de honor entre aquellas que sirven para resaltar una determinada efemérides, un personaje, un evento, etc. Esa palabra es doodle. Con ella hacemos referencia a la alteración temporal que Google hace de su logotipo para, con ello, cumplir con la función apuntada al inicio de este post.
Google tiene un equipo de doodlers encargados de diseñar esos logotipos tuneados y gracias a ellos los usuarios del famoso motor de búsqueda por internet podemos enterarnos de que precisamente en tal día como hoy nació Isaac Newton, John Lennon, Charles Chaplin o el pueblo francés ocupó la Bastilla. Uno de esos doodles conmemoraba el pasado 23 de marzo el 117 nacimiento de quien ha sido llamado en más de una ocasión “el arquitecto de los pobres” egipcios, Hassan Fathy.
Hassan Fathy, nacido en Alejandría en 1900, no sólo fue arquitecto más. Hassan Fathy fue algo semejante a lo que podría ser el artista total del Renacimiento. Fathy fue dramaturgo, ingeniero, inventor y… poeta. Quizás sólo de ese carácter multidisciplinario pueden entenderse gran parte de las iniciativas arquitectónicas de Hassan Fathy. Éstas alcanzaron la cifra de más de 160 proyectos. Entre dichos proyectos podemos encontrar un sinfín de modestas viviendas pero también comunidades completas. A la hora de diseñar o planificar dichas comunidades, Hassan Fathy diseñaba desde sus hospitales hasta sus teatros, desde sus espacios para el culto hasta sus parques de bomberos, desde sus escuelas hasta sus mercados. Con ello pretendía crear villas y comunidades que, enraizadas en la cultura del lugar en que eran construidas, sirvieran para facilitar la vida de sus habitantes.
Una obsesión marcó toda la carrera arquitectónica de Hassan Fathy: el de que las diferentes localidades fueran capaces de producir sus propios materiales para, con ellos, construir sus viviendas. Él mismo, a la manera de un maestro proselitista que quisiera esparcir su semilla, se encargó de capacitar a los habitantes de determinadas zonas rurales de Egipto para que, siguiendo el ejemplo de sus antepasados, construyeran sus propias viviendas.
Para ello, nada mejor, desde el punto de vista de Hassan Fathy, que recuperar las antiguas técnicas arquitectónicas. Dichas técnicas se basaban en gran parte en el uso de algo que en Egipto no falta: el adobe. Hassan Fathy hizo del humilde ladrillo de adobe el elemento básico sobre el que izar todo el andamiaje de su arquitectura. Las gruesas paredes de adobe sirvieron, en las construcciones de Hassan Fathy, para conseguir ventilación y refrigeración “pasiva” dentro de sus edificios.
El ladrillo de adobe que Hassan Fathy utilizó para construir sus creaciones arquitectónicas era un ladrillo algo más denso del ladrillo utilizado tradicionalmente en Egipto. Ese ladrillo fue la base, por ejemplo, para construir Nueva Gourna, en Luxor.
Nueva Gourna
El espacio en que había de ubicarse Nueva Gourna fue dividido en dos. La línea que servía de frontera entre ambos espacios fue la línea del tren. El mercado se ubicó estratégicamente junto a ésta. Gracias al ferrocarril, los comerciantes podrían recibir gran parte de su mercancía.
Traspasado el mercado, se entra en la villa propiamente dicha de Nueva Gourna. La vía pública que arranca del mercado tiene forma de serpiente y llega hasta un parque un lago artificial. En un punto intermedio de dicha vía, ésta se cruza con otra y forman lo que es la plaza principal de Nueva Gourna.
Alrededor de la plaza principal de Nueva Gourna se ubican diversos edificios públicos. La mezquita es uno de ellos; el ayuntamiento, otro; el teatro, un tercero. Las escuelas (una para niños y otra para niñas) se colocaron junto al parque. La escuela profesional de artesanos, por su parte, fue colocada cerca del mercado. Con ello se pretendía promover las ventas y facilitar y centralizar el arrojo de residuos. Los tintoreros, por ejemplo, podían arrojar el agua utilizada a una zanja existente a tal fin y que era empleada, a su vez, por quienes trabajaban en el mercado.
La distribución de las calles hizo que Nueva Gourna estuviera separada en cuatro cuartos. En cada uno de ellos se ubicaba una de las cuatro tribus existentes en el viejo Gourna. Los cuartos estaban separados por amplias vías de al menos 10 metros de ancho. Estas vías tan anchas contrastaban con las callejuelas existentes en el interior de cada uno de los cuartos. Esas callejuelas proporcionan sombra y favorecían la intimidad de cada uno de esta especie de barrios en los que vivían las diferentes familias de las diferentes tribus.
Nueva Gourna, el proyecto estrella de Hassan Fathy, y de una originalidad y una belleza suficientes como para hacer merecedor a su creador de su pertenencia a la élite de la historia de la arquitectura, nació a partir de un encargo del Departamento de Antigüedades de Egipto en 1945. ¿La finalidad? Reubicar aquí a los arqueólogos aficionados/ladrones de tumbas que habían proliferado en Luxor (antigua Tebas faraónica). Con ello se pretendía reducir los saqueos y daños en los cercanos yacimientos faraónicos y aumentar el turismo.
¿Se lograron los objetivos perseguidos al encargar a Hassan Fathy la realización de Nueva Gourna? Sólo en parte. Muchos residentes se opusieron a la reubicación y surgieron múltiples complicaciones financieras y políticas. El proyecto original de Hassan Fathy, así, no llegó a llevarse a cabo en su totalidad.
¿Cuál es el estado actual de Nueva Gourna? Nueva Gourna es hoy un asentamiento vivo. Eso sí: ha perdido casi el 40% de sus edificios originales. La UNESCO y la World Monuments Fund decidieron en 2010 unir esfuerzos para preservar Nueva Gourna, muestra máxima de la llamada “arquitectura pasiva” de Hassan Fathy y que hoy en día, cuando el mundo se enfrenta al desafío de combinar crecimiento urbano y protección del medio ambiente, sirve como punto de referencia para muchos arquitectos que buscan realizar una arquitectura sostenible.
Defensor de las soluciones energéticas naturales, Hassan Fathy realizó proyectos en Irak y Pakistán e intentó aportar ideas para enriquecer el debate, tantas veces abierto, sobre cómo deben ser las ciudades del futuro en un continente como África. Google homenajeó con su doodle del pasado 23 de marzo (sin duda que merecidamente) a quien es uno de los arquitectos de referencia de todos aquellos arquitectos que deseen hacer de la sostenibilidad uno de los principios rectores de su forma de encarar y plasmar la arquitectura.
Hassan Fathy falleció en El Cairo en 1989 tras haber recibido múltiples reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional por su arquitectura pasiva.