Si hay una palabra que se ha puesto de moda en el mundo de la construcción ésa es BIM. Éstas son las siglas de lo que se conoce como Building Information Modeling o Modelización Parametrizada. BIM no es otra cosa que una nueva metodología de construcción. Gracias a ella se consigue edificar edificios inteligentes, energéticamente eficientes y perfectamente integrados en su entorno. El BIM permite integrar en el proceso de construcción toda la información referente a los materiales, los usos que se va a dar a éstos y los gastos derivados del proceso mismo de la construcción.
Esta nueva metodología de la construcción que es el BIM permite que todos los datos referentes al proceso de construcción de un edificio se puedan gestionar de una manera rápida y eficaz.
En la metodología de construcción BIM adquiere una importancia capital la visualización en 3D del proyecto a construir. De entre todos los usos que pueden darse a BIM, éste es el más trivial y básico de todos. Una visión en 3D del edificio que se va a construir es, sin duda, la mejor tarjeta de presentación de un constructor o de un arquitecto. Por otro lado, los programas informáticos asociados a la metodología BIM disponen de un gestor de cambios que permite reflejar de manera inmediata cualquier tipo de cambio que se produzca en planos, secciones, alzados, etc.
El BIM, sin embargo, no es tanto una herramienta de trabajo como una forma de llevar a cabo el mismo. Gracias a BIM se puede reproducir, de un modo virtual, el proceso real de construcción de un edificio. Los modelos de construcción BIM contienen datos arquitectónicos, datos de ingeniería (estructuras de carga, tuberías, conductos…), información sobre sostenibilidad, calendario y recursos humanos necesarios para cada fase de la construcción, datos presupuestarios… En definitiva, el modelo BIM proporciona todos los datos necesarios para controlar todo el proceso de construcción de un edificio lo que, en principio, debe tener dos efectos directamente beneficiosos. El primero de ellos es el de conseguir que todos los agentes intervinientes en la construcción de un edificio puedan ahorrar. El segundo, el de conseguir una mayor y más económica vida útil para ese edifico.
Estos efectos convierten a las aplicaciones BIM en el competidor natural del CAD o Computer Aided Design, la aplicación hasta ahora reinante en el universo del diseño arquitectónico y su documentación.
Que el BIM es la aplicación de diseño arquitectónico del futuro es algo que admite pocas dudas, máxime teniendo en cuenta que el Parlamento de la Unión Europea ha solicitado a los países miembros de la misma que se adapten a la modernización que acarrea el BIM y que el Ministerio de Fomento español creó el pasado año una comisión encargada de impulsar la implantación del BIM en el sector de la construcción española. La apuesta europea y española por las potencialidades del BIM parece, pues, clara.
Os dejamos aquí un vídeo muy ilustrativo sobre lo que es BIM.