En nuestro blog ya hemos hablado en más de una ocasión de la importancia cada vez más creciente de las nuevas tecnologías dentro del sector inmobiliario. Una clara muestra de la importancia de esas nuevas tecnologías y del modo en que están revolucionando las formas de trabajar dentro del sector son los iBuyers o, lo que de una manera más sencilla, podríamos llamar compradores digitales, una nueva tecnología que permite facilitar la compra-venta de viviendas.
Originarios de Estados Unidos y del Reino Unido, los iBuyers se proponen agilizar el proceso de compra y venta de una casa. Este proceso, según la tasadora Tinsa, dura un promedio medio de 250 días. Para acortar los plazos de dicho proceso, los iBuyers utilizan una serie de herramientas digitales basadas en algoritmos.
Ventajas de los iBuyers
Entre las ventajas de los compradores digitales podemos destacar las siguientes:
- Resultan muy cómodos para los vendedores.
- En pocas horas, y sin que nadie visite la vivienda en venta, el vendedor de la misma podrá recibir una oferta por la misma.
- No cobran comisiones por las ventas.
- Los algoritmos del Big Data permiten hacer una valoración automatizada y precisa de las viviendas.
La principal ventaja de esta forma de compra-venta reside en la rapidez. Los iBuyers, pues, parecen pensados para dar servicio a aquellas personas que, por un motivo u otro, tienen una especial necesidad de vender su propiedad en un corto espacio de tiempo.
Menores beneficios
Este tipo de compraventa exige al propietario a renunciar a un margen de beneficio mayor en la operación de compraventa. Ese margen de beneficio es el sacrificio que el vendedor debe pagar en aras de la rapidez. El propietario que no se sienta afectado por esa pérdida de un mayor margen de beneficio encuentra en los compradores inmobiliarios digitales aliados perfectos para liquidar las operaciones de compraventa de una manera rápida y para, así, recibir en un breve espacio de tiempo el dinero generado por la venta.
Esa pérdida de beneficios en el proceso de compraventa se ve compensada por la agilidad en la tramitación burocrática y en las gestión de las transacciones. Finalmente, el proceso puede resolverse tras una visita a la propiedad y la pertinente visita al notario para formalizar la compraventa de la vivienda.
A la hora de hablar de los servicios prestados por los iBuyers hay que resaltar que el hecho de que, pese a la precisión que pueden demostrar el Big Data y la Inteligencia Artificial a la hora de establecer el valor de una propiedad, se sigue haciendo inestimable, por el momento, la intervención del factor humano a la hora de realizar la valoración o tasación de un piso. La figura del tasador, pues, se hace imprescindible para calibrar aspectos como las calidades de un inmueble, las vistas que se divisan desde él o determinados aspectos del entorno geográfico y urbano en el que se encuentra ubicado dicho inmueble.
Otro aspecto que hay que tener presente al hablar de los iBuyers es que éstos tampoco se han creado para realizar operaciones de compra-venta de cualquier tipo de vivienda. Para empezar, hay que señalar que los compradores digitales operan solamente en las grandes ciudades y admiten solamente viviendas cuyo precio no sobrepase el medio millón de euros. Preferentemente, los iBuyers muestran especialmente viviendas que estén ubicadas en edificios con ascensor y que necesiten ser reformadas. Tras la compra de la vivienda por el iBuyer, se realizan en la vivienda las reformas que se consideren necesarias (reformas que pueden oscilar desde la pintura de las paredes hasta el derribo de tabiques) para, de ese modo, revalorizar el precio del inmueble de cara a una venta posterior del mismo.
Vistas las características del sistema de compraventa inmobiliaria propuesta por los iBuyers, podemos señalar que el suyo es un tipo de sistema creado para un tipo de vendedor muy específico. El vendedor más tradicional, aquél que desea encontrar al mejor comprador y, por tanto, a aquél que le proporcione el mayor beneficio, preferirá las opciones y el sistema de compraventa que le ofrece una inmobiliaria tradicional.