La política tiene un don: la de hacer que ciertas aseveraciones adquieran apariencia de verdad sin que se sustenten sobre evidencia empírica alguna. A fuerza de repetir una idea, ésta acaba por convertirse en un mantra y como mantra es recitado por todos aquellos que quieren servirse de él para defender sus posiciones ideológicas. Un ejemplo: desde que una parte significativa de la sociedad catalana comenzara a reclamar la convocatoria de un referéndum de autodeterminación para decidir el futuro de Cataluña y la mayoría independentista del Parlament iniciara los pasos para avanzar hacia una hipotética independencia catalana, son muchas las voces políticas tanto a nivel autonómico como estatal que, contrarias a las ideas independentistas, han proclamado a los cuatro vientos que, día sí y día también, son muchas las empresas que marchan de Cataluña.
¿Hay cifras que sustenten la veracidad de dicha afirmación? Si las hay, nadie las ha aportado. Aunque buenamente podemos pensar que si tantas empresas marchan al día y hace ya tanto tiempo que marchan, ¿cómo es posible que aún quede tejido empresarial en Cataluña?
Más allá de las reflexiones políticas que podamos hacer al respecto, lo cierto es que, si bien no hay datos que puedan demostrar esa huida constante y diaria de empresas del territorio catalán, sí los hay para plasmar hasta qué punto el mercado inmobiliario de oficinas de Barcelona resulta interesante a los inversores inmobiliarios tanto nacionales como internacionales. Al mismo tiempo, también hay cifras que demuestran la envergadura de la demanda de espacios logísticos en Barcelona y su área metropolitana.
Algunos de los datos a los que nos referimos han sido aportados por la inmobiliaria Savills. Según ésta, la inversión en oficinas en Barcelona ha crecido en un 1.000 % en el primer trimestre del año en curso en comparación con el mismo período del año anterior.
Savills ha destacado cómo han sido dos operaciones de gran magnitud las que han hecho elevarse de manera tan significativa las cifras de la inversión en oficinas en Barcelona. De una de dichas operaciones, la compra de la Torre Glòries (antes Torre Agbar) por parte de Merlin Properties por 142 millones de euros, ya hablamos en su momento en este blog. Esta operación es la segunda más voluminosa realizada en Barcelona en los últimos años. Hace siete años, Deka pagó 145 millones de euros por la antigua sede de Caja Madrid en la Diagonal.
La segunda megaoperación de compra de oficinas realizada este año en Barcelona es la de la venta de ocho edificios de oficinas del BBVA. Esta operación de compra-venta de oficinas está englobada en lo que se conoce como proyecto Boston, un proyecto del BBVA destinado a desprenderse de 14 edificios de oficinas situados en Barcelona (ocho edificios), Madrid (cinco edificios) y Valencia (un edificio) y que han sido traspasados a los fondos de inversión Oaktree y Freo.
Los datos ofrecidos por Savills sirven para constatar cómo, por primera vez en su historia, Barcelona supera a Madrid en inversión en oficinas.
Éxito del e-commerce en Barcelona
Otro de los datos que sirve para reforzar el papel del mercado inmobiliario barcelonés es el de la mejora del mercado logístico. En los tres primeros meses del 2017, la demanda de espacios logísticos se ha incrementado en Barcelona un 38%. Esta demanda se ha hecho especialmente patente en lo que se conoce como segunda o tercera corona de Barcelona ya que en la primera corona no hay superficie para demandas de más de 10.000 metros cuadrados.
Los operadores ligados al sector de la alimentación, la distribución y el e-commerce, con Amazon a la cabeza, son los más destacados en la firma de transacciones de superficies destinadas a la logística y los que más capital han invertido en la compra de espacios logísticos.
Barcelona, que ha atraído a muchas empresas dedicadas a la venta por internet, debe dar respuesta a las necesidades de almacenamiento y distribución de las mismas. Amazon es, en este sentido, el ejemplo más simbólico. A finales de este año, la empresa líder del e-commerce en nuestro país tendrá abiertos cuatro centros logísticos en la provincia de Barcelona. Al gran centro logístico de Amazon que se abrirá en octubre en El Prat de Llobregat (y que ha supuesto una inversión de 200 millones de euros) se unirá el que está previsto abrirse, también en otoño, en Martorelles, en el Vallés Oriental. Sin contar con esta última operación, el 43% de la superficie logística contratada en Barcelona durante el pasado año correspondía a empresas dedicadas al comercio por internet. No en vano, del total de empresas emergentes en Barcelona, el 21% se dedican al comercio electrónico.
La empresa JLL realizó hace unos meses el Informe del Mercado Industrial y Logístico en España. Según dicho informe, las zonas con más demanda de instalaciones logísticas de toda España fueron Barcelona y su área metropolitana. En ese mismo sentido apuntan los datos aportados por la consultoría inmobiliaria Aguirre Newman. Aguirre Newman destacaba la importancia del centro logístico de Amazon en El Prat y de los 50.000 metros cuadrados que la empresa francesa Kiabi ha comprado en La Bisbal del Penedés para competir con Primark en la venta por internet.
Aguirre Newman ha destacado también cómo la futura falta de espacio en el área metropolitana de Barcelona para absorber toda la demanda de espacio logístico implica, por un lado, que se deban realizar naves logísticas de varias plantas y, por otro, que en un futuro no demasiado lejano algunos inversores puedan interesarse por mercados inmobiliarios actualmente secundarios como pueden los de Zaragoza, Valencia o Sevilla.