Metrovacesa fue uno de los gigantes del mercado inmobiliario español en tiempos de la burbuja inmobiliaria. El estallido de ésta zarandeó a esta promotora y la deuda de la misma la puso en manos de sus acreedores. Entre ellos figuraban entidades financieras como el Santander, el BBVA y el Popular. El Santander se quedó con el 70,27% del capital de Metrovacesa; el BBVA, con el 20,52%, y el Popular, con el 9,14%. Ahora, Metrovacesa ha vuelto con fuerza a la primera línea del mercado inmobiliario al fusionarse con Merlin, una socimi con apenas dos meses de vida.

La fusión de Merlin y Metrovacesa (acordada en un documento firmado el pasado 21 de junio) dará lugar a la creación del mayor grupo inmobiliario español de activos patrimoniales y residencias en alquiler y a uno de los más importantes de toda Europa. El importe bruto de los activos con que contará este grupo inmobiliario será de más de nueve mil millones de euros. El grupo resultante de la fusión de Merlin y Metrovacesa dispondrá de una cartera integrada por centros comerciales, edificios de oficinas y naves logísticas. En total, más de tres millones de metros cuadrados de superficie.

Según se determina en el acuerdo adoptado por Metrovacesa y Merlin, lo que hoy es Metrovacesa se dividirán en tres segmentos. El primero de ellos incluirá lo que es el negocio patrimonial terciario (que se integrará, junto a sus empleados, en Merlin). El segundo, el segmento residencial, que se incluirá en Testa, filial de Merlin. Por su parte, una sociedad de nueva creación aglutinará el suelo y las obras en construcción.

Lo que la fusión de Merlin y Metrovacesa supone es, en realidad, la absorción de Metrovacesa por Merlin. Como contrapartida, el Santander, el BBVA y el Popular cederán los activos en su propiedad a cambio de acciones de Merlin. El Santander, así, se convertirá, en virtud de la fusión de Merlin y Metrovacesa, en el primer accionista de Merlin, y Rodrigo Echenique, hombre de confianza de Ana Botín, presidenta del Santander, asumirá el cargo de presidente no ejecutivo de la nueva sociedad.

En virtud de los acuerdos firmados para determinar cómo se desarrollará la fusión de Merlin y Metrovacesa, El Santander poseerá el 21,9% del total de las acciones de Merlin; el BBVA, el 6%, y el Popular, el 2,86%.

Las entidades financieras se han comprometido a mantener su participación en la nueva sociedad durante un mínimo de seis meses. En caso de decidir poner fin a ésta, los actuales accionistas de Merlin podrán ejercer su derecho de suscripción preferente sobre las acciones que dejen libres dichas entidades. Las últimas informaciones aparecidas en la prensa apuntan a que ninguna de estas tres entidades tiene interés a permanecer demasiado tiempo como accionistas de la empresa que surja de la fusión de Merlin y Metrovacesa. La banca española, según se desprende de esta decisión, desea centrar su trabajo en el sector financiero dejando de lado este tipo de activos. Al fin y al cabo, desprenderse de ese tipo de activos ha sido una de las preocupaciones de la banca para sanear sus cuentas durante los años de crisis.