Decir que el futuro es un melón por abrir es un lugar común. Toda predicción corre el riesgo de resultar errónea. Cuando se habla de Economía, el riesgo se multiplica de manera exponencial. Y, sin embargo, una de las funciones de economistas y de analistas financieros es la de realizar predicciones.

Escaldados por la crisis del ladrillo, recuperándonos a base de mucho esfuerzo de la hecatombe económica acaecida a partir de 2007, buscamos asideros a los que agarrarnos para dar garantía a nuestras inversiones y a nuestras apuestas económicas. Esto, que podría aplicarse a cualquier sector económico, se vuelve capital en el mercado inmobiliario. Arrepentidos de aventurismo, queremos conocer la fórmula que nos permita saber cuál va a ser el comportamiento del mercado inmobiliario durante los próximos años. Necesitamos un suelo medianamente firme sobre el que pisar. Al fin y al cabo, hace unos años creíamos pisar un territorio sólido y ese territorio sólido no resultó ser sino una fina capa de hielo que iba a quebrarse bajo nuestros pies. Ahora necesitamos un tablón que nos permita transitar ese lago cubierto de frágil hielo que, de alguna manera, es siempre el futuro económico. Ese tablón puede ser el ojo inmobiliario REECOX, el indicador económico que ha creado Deutsche Hypo, entidad alemana que, especializada en la financiación hipotecaria, ha buscado la manera de predecir el futuro del mercado inmobiliario.

El ojo inmobiliario REECOX, indicador que debe ayudarnos a conocer el futuro del mercado del ladrillo, se sirve de cinco parámetros: el Ibex 35, el BCN 5 Property (el índice que mide el comportamiento en Bolsa de las socimis), el índice de clima económico ‘Economic Sentiment Indicator’ de la Comisión Europea para España, los tipos de interés del BCE y los tipos de interés de los bonos estatales españoles a 10 años.

Cada uno de los cinco parámetros indicados participa en un 20% del cómputo final del índice creado por el Deutsche Hypo. Este índice, que toma en diferentes países europeos parámetros equivalentes a los que utiliza para analizar el mercado inmobiliario español, ha servido a Deutsche Hypo para comparar las coyunturas inmobiliarias de Alemania, Francia, Polonia, Gran Bretaña, España y Países Bajos. De hecho, el ojo inmobiliario REECOX ya lleva diez años utilizándose en Alemania.

La comparación de las situaciones en los seis países indicados habla de una evolución bursátil negativa que ha influido negativamente en el mercado inmobiliario de todos ellos. La tendencia a la baja de la coyuntura inmobiliaria europea, indican los analistas de Deutsche Hypo, no debe considerarse un síntoma preocupante. De hecho, señalan, el mercado inmobiliario europeo se encuentra a un nivel bastante alto. La caída experimentada durante el último trimestre, pues, no sería preocupante, máxime teniendo en cuenta que durante el próximo trimestre se espera un incremento de la actividad inmobiliaria que ronde el 3%.

Dicha caída, sin embargo, sí podría generar un cierto grado de preocupación si se mantuviera durante el próximo trimestre. De darse esa situación, sí que entonces podría empezar a hablarse de un punto de inflexión en un mercado inmobiliario, el europeo, en que no se habían registrado índices negativos desde mediados de 2016.

El ojo inmobiliario REECOX, que reúne todos los datos conseguidos sobre la coyuntura inmobiliaria europea en un único gráfico, compara las situaciones inmobiliarias de los seis países indicados para, así, ayudar a los inversores a tomar sus decisiones. La intención de Deutsche Hypo al crear el ojo inmobiliario REECOX es que el inversor inmobiliario pueda encontrar en él un instrumento que le ayude a decidir si invertir o no y, en caso de respuesta positiva, dónde hacerlo.