Cada vez son más las empresas y fondos de inversión que deciden comprar carteras de vivienda con la intención de alquilar posteriormente dichas viviendas. A este tipo de actuación se le conoce en el sector con el término “build to rent”, y es a él a quien han dedicado una jornada empresaria en Madrid el diario El Economista.es y la empresa Acciona. En dicho encuentro participaron cuatro autoridades expertas en el mercado inmobiliario: Francisco Javier Martín Ramiro, director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento; Mikel Echavarren, consejero delegado de Colliers International, Andrés Pan de Soraluce, director del área Inmobiliaria de Acciona; y Carlos Zamora, socio de Knight Frank y director del Área Residencial.

Son varios los factores que, según los expertos, podrían explicar el “build to rent”. Entre dichos factores podemos destacar los recientes cambios legislativos que se han producido en el sector, la inestabilidad política española de los últimos tiempos y las declaraciones que, sobre el mercado inmobiliario y sobre cómo se debe actuar sobre él, han realizado los que parece que van a ser finalmente miembros del próximo gobierno. La confluencia de estos factores, apuntan los expertos, ha hecho que los inversores acaben buscando fórmulas que sirvan para proporcionar la oferta a lo que, según se presume, va a ser una gran demanda durante los próximos años.

Martín Ramiro, desde el ámbito gubernamental, se mostró partidario en el encuentro de promover un pacto de Estado que permita proporcionar seguridad respecto a cuáles son las reglas del juego en el mercado inmobiliario y, al mismo tiempo, proporcione estabilidad al mercado del alquiler. Para dar eficacia a dicho mercado, apuntó Martín Ramiro, es necesario “producir oferta y establecer un marco de estabilidad y seguridad jurídica”. Y es que, desde el punto de vista de los fondos de inversión, que son los mayores impulsores del “build to rent”, el mayor temor es la inseguridad jurídica. O sea: no saber cuáles serán, finalmente, las reglas que determinen el juego en el mercado inmobiliario.

Crear dicho marco legal supone un reto. No en vano, el mercado inmobiliario, sostuvo Martín Ramiro, tiene un carácter dual. Por un lado representa una actividad económica. Por el otro, está íntimamente ligado con un derecho fundamental de los ciudadanos. Martín Ramiro aprovechó la ocasión, también, para reafirmar la voluntad del gobierno de impulsar la oferta de alquiler. Este impulso debería servir, según apuntó el representante del Gobierno en la jornada dedicada al “build to rent”, para contrarrestar las variaciones de los ciclos económicos. Para ello, es necesario, sostuvo, incrementar el suelo disponible destinado a la promoción de la vivienda de alquiler y poner en marcha fórmulas que faciliten y permitan la colaboración público-privada.

Para Martín Ramiro, la reducción de las cargas fiscales al alquiler y la rebaja de los costes judiciales y el aumento de la agilidad en los procedimientos en aquellas situaciones en las que se produzca un incumplimiento de contrato se han traducido en una moderación de los precios del alquiler.

Andrés Pan de Soraluce, director del área Inmobiliaria de Acciona, realizó un discurso optimista en el que destacó el hecho de que España ocupe actualmente el destino número 1 entre las prioridades de los inversores institucionales y el que el alquiler se haya convertido en una gran actividad en sí misma. Para mejorar el mercado del alquiler, sin embargo, apuntó Pan de Soraluce, es necesario profesionalizar el inventario del alquiler en España, ya que actualmente solo el 5% de él está profesionalizado. Una mayor profesionalización, sostuvo el conferenciante, revertiría directamente en un aumento de la calidad del servicio. Y propuso un reto y un objetivo: el de hacer que el alquiler no sea visto como el destino de todas aquellas personas que no han podido acceder a la compra de un piso, sino como un destino apetecible por sus propias virtudes.

El delegado de Colliers International, Mikel Echavarren, por su parte, criticó las medidas intervencionistas sobre el mercado del alquiler y, en especial, fue destacadamente duro con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la que acusó de haber realizado una intervención “patosa” en el mercado inmobiliario de la capital catalana. El que la vivienda no esté gravada por lo que él calificó de “fiscalidad aberrante” y la necesidad de realizar un pacto de estado por la vivienda son, en palabras de Echavarren, dos de las medidas imprescindibles para dar estabilidad al mercado del alquiler.

Para Carlos Zamora, por su parte, el “build to rent” es algo más que una tendencia puntual del mercado. Es algo que, según sus palabras, “ha llegado para quedarse y de la que seremos testigos de su desarrollo”. Zamora apunta cómo se han cerrado ya grandes operaciones de construir para alquilar y cómo el futuro del mercado del alquiler está garantizado por varios factores. Uno de ellos, fundamental, es el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones. Y es que, para Carlos Zamora, las nuevas generaciones han convertido en un valor capital el hecho de poder disponer de flexibilidad para trabajar fuera de España. Esto, unido a la dificultad de acceder al mercado de compra, convierte a la vivienda de alquiler en un bien preciado, algo que, sin duda, tendrá en los próximos años un gran atractivo y alrededor del cual se podrán hacer grandes negocios.