Siempre conviene mirar las estadísticas. Ellas nos ayudan a contestar preguntas y a iluminar (al menos en parte) la realidad en la que vivimos. Preguntas como ¿qué prefieren los españoles, comprar un piso o alquilarlo? o, también, ¿qué prefieren los españoles, comprar una casa o un piso? sólo pueden contestarse desde el terreno de la Estadística. Las encuestas, bien realizadas, serán las que den respuesta a estas preguntas. En este post vamos a contestar a ambas.
¿Comprar un piso o alquilarlo?
¿Qué regimen de propiedad inmobiliaria prefieren los españoles? ¿La propiedad propiamente dicha o el alquiler?
Tradicionalmente se ha dicho que los españoles prefieren comprar un piso que alquilarlo pero… ¿sigue siendo eso así?
Hace unos años, la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) publicaba un estudio en el que se destacaba que el 78,8% de los españoles eran propietarios del inmueble en el que vivían. En esa misma fecha (hablamos de hace menos de una década), el porcentaje medio de europeoas que optaban por la compra de vivienda en lugar de por el alquiler era del 70,1%.
Igualmente, frente al 29,9% de europeos que optaban por el arriendo a la hora de buscar una finca en la que vivir, el porcentaje español se reducía al 21,2%.
La actual subida del precio de la vivienda, ¿ha hecho variar esta situación? No lo parece. O, al menos, eso es lo que se desprende de los resultados de una encuesta online realizada por la neoaseguradora Tuio.
Tras entrevistar a 1.200 asegurados, más del 80% preferiría comprar una vivienda en propiedad que vivir de alquiler.
No importa el precio de los inmuebles. No importa el coste de las hipotecas ni el alza de los tipos de interés. Los españoles prefieren la propiedad inmobiliariaal alquiler y el porcentaje es mayor cuando tienen hijos o cuando tienen una edad comprendida entre los 31 y los 40 años. Para muchas de esas personas, “alquilar un piso es tirar el dinero”.
El español es, por definición, conservador. El español huye de las inversiones que no aseguren una rentabilidad aunque esta sea mínima. Si a eso unimos que el ladrillo se ha tenido siempre en España como una inversión segura, los motivos de por qué el español opta por la compra de vivienda antes que por el alquiler de la misma queda claro.
Otro motivo que lo explicaría es que el español es reacio a la movilidad geográfica cuando de trabajo se trata. La mayor o menor movilidad laboral influye directamente sobre la modalidad de propiedad elegida por los habitantes de un lugar a la hora de escoger un lugar en el que vivir. A mayor movilidad laboral, mayor porcentaje de alquileres. Por el contrario, en lugares en la que la movilidad laboral es más reducida es más factible que se incremente el porcentaje de activos inmobiliarios en régimen de propiedad.
¿Vivir en un piso o vivir en una casa?
Aclarado ya cuál es la preferencia de la población española al buscar una vivienda en la que vivir y cuáles son las razones que le hacen preferir la compra frente al alquiler, vamos a contestar a la siguiente pregunta: ¿dónde prefieren vivir los españoles: en una casa o en un piso?
En la gran mayoría de los casos, en una casa. Eso, claro, no quiere decir que de forma efectiva haya más personas en nuestro país viviendo en casas que en pisos. Una cosa son los deseos y otra, la realidad.
En la misma encuesta realizada por Eurostat a la que nos referíamos anteriormente se recoge un dato concluyente: frente al 33,1% de los españoles que vive en casas, el 66,5% lo hace en pisos. Como contraste señalaremos que los datos globales aportados por la Oficina Europea de Estadística apuntan a que 6 de cada 10 europeos viven en casas mientras 4 de cada diez lo hacen en pisos.
Estas diferencia tan notable entre la realidad española y la realidad europea tiene una razón y ésta viene determinada por la confluencia de factores de tipo histórico, económico y sociológico.
La aparición histórica de los pisos debe buscarse en la Edad Media. Para protegerse durante las continuas guerras propias de un período tan convulso como es el de la Edad Media, las ciudades se amurallaban. Esto determinaba completamente la configuración urbanística de la ciudad. Escaseando el suelo y quedando las ciudades encorsetadas por su cinturón de murallas, cuando crecían debían hacerlo obligadamente en altura.
Este factor histórico se refuerza en el caso de España por el desorbitado éxodo de las zonas rurales a las urbanas que se produjo en nuestro país durante las décadas de los 60 y 70. Los propietarios del suelo urbano y los constructores aprovecharon este éxodo masivo para potenciar un tipo de construcción como es el bloque de pisos.
Los bloques de pisos permitían alojar en un breve espacio de tiempo a un número de recién llegados mucho mayor que el que hubiera podido alojarse en caso de haber apostado por un crecimiento urbanístico fundamentado en la construcción de casas. La construcción en vertical, por su parte, produce más beneficios a los propietarios del suelo que la construcción en horizontal.
Actualmente se sigue optando por la construcción en vertical por ese mismo motivo y también porque resulta más ecológica. La construcción en vertical permite un mayor aprovechamiento de los recursos. Eso no implica que, sobre todo en las zonas rurales, los españoles no opten, cuando está a su alcance, por la compra del chalé antes que por la compra de un piso.