Las cifras que ha aportado la Secretaria d’Habitatge de Catalunya y que están basadas en las fianzas de los contratos de alquiler depositadas en el Institut Català del Sòl (Incasòl) lo dicen claramente: la subida del precio de los pisos de alquiler en Barcelona se ha moderado en los últimos meses pero no se ha detenido. Es decir: el precio de los pisos de alquiler en la capital catalana sigue creciendo. Durante el segundo semestre, esa subida fue del 5,7%, un incremento similar al que habían tenido durante el primer semestre del año. El hecho de que ese incremento se mantenga hace pensar en que todavía está lejos el momento en que los precios del alquiler de los pisos en Barcelona se estanquen. En este momento, los nuevos contratos de arrendamiento en Barcelona se sitúan en una media de 969 euros al mes, lo que hace que, cada vez más, el precio del alquiler en Barcelona llegue a alcanzar la barrera psicológica de los 1.000 euros.

En los últimos tiempos, y en algunas páginas inmobiliarias, se ha dicho que los precios habían dejado de crecer. Los datos del Incasòl lo desmienten. También lo desmienten algunas estadísticas que hablan de cómo tanto la oferta como la demanda de pisos de alquiler ha aumentado en Barcelona durante el primer semestre del 2019.

De entre los diferentes distritos de Barcelona, aquél en el que el incremento del precio del alquiler de la vivienda ha sido mayor es el distrito de Les Corts. En este distrito barcelonés, el incremento ha sido del 8,13%. Los técnicos achacan este incremento a la escasez de oferta de vivienda de alquiler en este distrito.

El incremento de los precios del alquiler en el distrito de Les Corts ha hecho que los precios de alquiler en él se acerquen a los precios del que tradicionalmente siempre ha sido el distrito más caro de la ciudad, el de Sarrià-Sant Gervasi. En Les Corts, el precio medio del alquiler de una vivienda es de 1.131 euros al mes; en Sarrià-sant Gervasi, de 1.297 euros al mes. En el barrio de Pedralbes, el barrio más caro de Barcelona en lo que respecta al alquiler de la vivienda, ese precio asciende hasta los 1.746 euros al mes.

Tras el distrito de Les Corts, el distrito más inflacionario de Barcelona en lo que respecta a los precios del alquiler de la vivienda ha sido, durante el segundo trimestre del año, el distrito de Horta-Guinardó. Con un precio medio de 785 euros, el incremento de las rentas ha sido aquí del 7,02%. Pese a dicho incremento, los pisos de alquiler de Horta-Guinardó siguen siendo, junto a los de Nou Barris y Sant Andreu, los más baratos de Barcelona. En Nou Barris, el precio medio del alquiler se sitúa en los 704 euros, y en Sant Andreu, en 787 euros al mes. Así, Horta-Guinardó, Sant Andreu y Nou Barris son los únicos distritos de Barcelona en los que el precio del alquiler de la vivienda no supera, de media, los 800 euros. Por su parte, si el barrio más caro de Barcelona es Pedralbes, el más barato es Ciutat Meridiana. Una vivienda de alquiler en este barrio barcelonés tiene una renta mensual de 559 euros.

La superficie media de las viviendas de alquiler en Barcelona es de 73 metros cuadrados. Los pisos más pequeños que se ponen en alquiler están en los distritos de Nou Barris y de Sants-Montjuïc. Por el momento, el metro cuadrado más caro de vivienda de alquiler en Barcelona se localiza en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. En este distrito, la renta del metro cuadrado de alquiler asciende a los 15,61 euros. En Ciutat Vella, por su parte, el precio del metro cuadrado de alquiler está, también, a punto de ser superior a los 15 euros.

Los incrementos del precio del alquiler no solo afectan a Barcelona. Por efecto contagio, dichos incrementos se extienden a toda el área metropolitana de la capital catalana. Al aumentar las rentas medias en la capital, muchas familias buscan vivienda de alquiler en los municipios del entorno de la misma. Esa presión de la demanda hace que los precios en esa zona acaben, también, elevándose.

En este blog hemos dedicado más de un artículo a la subida de los precios del alquiler en Barcelona. No en vano, en los últimos cinco años dicho precio se ha incrementado en un 40%, lo que convierte la propiedad inmobiliaria en Barcelona en un bien muy preciado. Quien posee un piso de propiedad en Barcelona y no reside en él puede obtener una renta respetable alquilándolo. Por eso, en estos momentos, al igual que en los últimos años, invertir en la compra de una vivienda en Barcelona es, a medio y largo plazo, un buen negocio.