Todos los diarios y publicaciones digitales del país que, de una forma u otra, hacen referencia a la evolución del mercado inmobiliario, lo resaltan en sus ediciones de las últimas horas: la compra-venta de viviendas se ha ralentizado en los últimos meses en España. Con un tono más o menos catastrofista (los diarios más moderados hablan de enfriamiento; los más exaltados, directamente de desplome) todos esos diarios, desde El País a El Mundo, pasando por 20 minutos o Economía digital, señalan cómo la cifra de crecimiento de la compra-venta de viviendas durante el primer semestre del presente año ha sido la más baja desde 2014.
En todos los diarios se apunta a varios motivos que explicarían el descenso de la venta de viviendas durante el primer semestre del presente año. La aprobación de la nueva ley hipotecaria y la incertidumbre sobre cómo debía procederse en las gestiones hipotecarias y notariales tras la sentencia del Tribunal Supremo dictada en noviembre del pasado, de la que ya hablamos en su momento en este blog en nuestro artículo “Bloqueo del mercado inmobiliario por la sentencia del Supremo sobre el Impuesto de Actos Jurídicos” y según la cual se imponía a las entidades bancarias la obligación de pagar el impuesto de actos jurídicos documentados, son algunas de las razones que, al decir de la prensa especializada, explicaría ese enfriamiento del mercado inmobiliario.
Otro de los motivos apuntados por los analistas para explicar lo que se ha llamado el “enfriamiento del ladrillo” tiene que ver con la inestabilidad política de los últimos meses. Según dichos expertos, muchos inversores extranjeros están esperando la formación del nuevo Ejecutivo y la puesta en funcionamiento de su política respecto al sector inmobiliario para decidir si invertir o no en el mercado inmobiliario español.
Algunos analistas apuntan también a la regulación que en algunas zonas se ha hecho del alquiler turístico como un factor más que incide negativamente en los niveles de inversión inmobiliaria.
El retroceso de ventas de inmuebles registrado en junio se ha producido tanto en el mercado de las viviendas usadas como en el de las viviendas nuevas. Si en el primero el descenso fue del 9,2%; en el segundo lo fue del 7,8%.
Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntan a que las comunidades en las que más han bajado las compraventas de viviendas en relación con el año anterior son Melilla, Canarias y Baleares. Tras ellas se situarían la Comunidad Valenciana, Madrid y Navarra. Por el contrario, las comunidades en las que más se han incrementado las ventas de pisos desde el año anterior son Extremadura (comunidad que se haya a la cabeza del incremento de operaciones de compra-venta), Castilla-La Mancha y La Rioja.
Por su parte, el precio de la vivienda en zonas prime tanto de Madrid como de Barcelona experimentó un muy leve incremento. Ese incremento fue del 0,1% en Madrid y del 0,7% en Barcelona. Estos leves incrementos del precio de las viviendas prime en las dos grandes capitales españolas está en concordancia con los incrementos de precio de ese tipo de vivienda en otras grandes ciudades del mundo. El diario El Mundo recoge, al hablar de este tema, la opinión de Sophie Chick, directora de la consultora Savills World Research. Según Chick, el enfriamiento del crecimiento de los precios de las viviendas prime está relacionado con “políticas gubernamentales, el precio del dinero, el incremento de la oferta y las incertidumbres económicas y geopolíticas mundiales”.