Los inversores inmobiliarios extracomunitarios tienen, desde que la Ley 14/2013 de 27 de septiembre de 2013 fue aprobada, un incentivo especial para focalizar sus inversiones inmobiliarias en España.
La referida ley, llamada oficialmente “de apoyo a los emprendedores y su internacionalización”, y conocida popularmente con los apelativos de Golden Visa o visado oro de España, determina el marco legal para regular la concesión del permiso de residencia a ciudadanos extracomunitarios en nuestrpo país.
Según esta ley, invertir un mínimo de 500.000 euros en el sector inmobiliario permite a los ciudadanos extracomunitarios la adquisición de dicho permiso de residencia en España.
Ese visado, de cumplirse todos los requisitos necesarios, puede concederse también a los familiares directos del inversor, es decir: cónyuges, padres e hijos menores de edad o mayores discapacitados.
La obtención de la Golden Visa concede al inversor inmobiliario extracomunitario el derecho a viajar por España y por todos los países de la zona Schengen sin necesidad de disponer de un visado de cada uno de los respectivos países.
Derechos que otorga la Golden Visa
La inversión mínima de un capital propio igual o superior a esos 500.000 euros determinados por la referida ley en la compra de una propiedad inmobiliaria residencial, comercial o industrial permite también al extranjero que la realiza mantener la condición de No-Residente en referencia a las obligaciones fiscales que pudiera tener.
De hecho, a este tipo de inversor no le es exigible la declaración de impuestos en España si la permanencia en el país no excede de los 183 días determinados por la ley. Por otro lado, hay que tener en cuenta que este tipo de inversión está libre de todo tipo de cargas y gravámenes.
El inversor inmobiliario extracomunitarios puede solicitar financiación para hacer frente a la compra del inmueble siempre que aporte un capital propio que alcance la cifra ya señalada de 500.000 euros. Todo lo que exceda de esa cifra es lo que el inversor puede financiar mediante un préstamo hipotecario. Esa parte excedente de la referida cifra de 500.000 euros sí puede estar sometida a cargas o gravámenes.
La Golden Visa Spain no impone un tiempo mínimo de residencia y permite residir en España durante al menos un año. Para tramitarlo, el inversor debe dirigirse, una vez realizada la inversión, y con los certificados correspondientes, al Consulado de España en el país de procedencia o residencia. Este visado puede ser emitido para autorizar una, dos o múltiples entradas en nuestro país.
Tras haber pasado el primer año de haber realizado la operación de compra de un inmueble, el extanjero puede solicitar la denominada autorización de residencia. El mantenimiento de la propiedad comprada permite la renovación por dos años de la autorización, siendo de 5 años la duración máxima total de este tipo de permisos.
Cumplidos los cinco años, el propietario extranjero que haya adquirido una finca en nuestro país puede obtener la residencia permanente o incluso la nacionalidad española cumpliendo los requisitos que en ese caso sean preceptivos.
La oportunidad que la Ley 14/2013 brinda a los inversores extracomunitarios de comprar una propiedad y, con ello, poder residir en España, es equiparable a la de otros países de la zona euro. No es nuestro país, en ese sentido, el único que ofrece esta posibilidad. Ninguno de esos países, sin embargo, cuenta con la ventaja que cuenta el nuestro. La de ofrecer la posibilidad de invertir en la compra de un piso en Barcelona.
El mercado inmobiliario de Barcelona es un mercado revalorizable a medio plazo. Gozar de las garantías jurídicas de la Unión Europea y poder disfrutar de una propiedad inmobiliaria en una ciudad dotada de todos los servicios, con una intensa vida comercial y bien comunicada como es la capital catalana son, sin duda, razones de peso que todo inversor inmobiliario debería valorar a la hora de decidir dónde comprar una propiedad inmobiliaria.